Tamudo, gracias por todo

La Historia (en mayúsculas) comenzó a escribirse por seis balones y un amistoso contra el Milán de Santa Coloma. 19 años después y tras un sinfín de hazañas que brindaron algunos de los capítulos más gloriosos de un Espanyol centenario, esta noche se redacta el emocionante epílogo de la era Raúl Tamudo.

Esta vez -igual que en su fichaje, de infantil- habrá curiosamente otro balón de por medio, pero con una platea mayor que entonces: 39.200 almas rendidas en aplausos. De hecho, la leyenda del delantero se empezó a forjar en 1997 en el Rico Pérez y acabará en el majestuoso estadio de Cornellà-El Prat. Porque, se mire como se mire, Tamudo es sinónimo de progreso, de un futbolista que ha cambiado la trayectoria del Espanyol -dos Copas, salvaciones in extremis, el propio Tamudazo...- y que hoy dirá adiós a su club del alma. Ante su afición y jugando, aunque sea unos minutos... Y quién sabe si certificando otra permanencia para los pericos, con el permiso de Osasuna, ya matemáticamente salvado.

La despedida del 23 será el principal eje de un encuentro que pasará a la historia sencillamente por ello. O tal vez, si Tamudo consiguiera marcar, también porque se convertiría en el único jugador con goles en Sarrià, Montjuïc y Cornellà-El Prat. Otra razón más que añadir a las 129 (tantas como dianas lleva en Primera, el que más en la historia del club) que suma su afición para rendirle un homenaje tan merecido como necesario e higiénico.

Pero será preciso aguardar al adiós. Todo apunta a que Mauricio Pochettino hará jugar a Tamudo en la segunda mitad, pues de inicio porfiará con los habituales. No podrá contar el técnico con Nico Pareja ni Luis García, expulsados por el inefable Iturralde González en La Romareda, pero sí con el pichichi Dani Osvaldo. Al fin y al cabo, se ven obligados a agarrar la permanencia, aunque por las múltiples combinaciones de los de abajo se antoja casi imposible que se escape hoy.

Camacho reserva.

Enfrente, casualmente un perico de corazón como José Antonio Camacho, quien rayó ser One-club-Man en su etapa de jugador, igual que Tamudo. El técnico rojillo, con sus deberes hechos, dispondrá de los menos habituales. Así que no se verá de entrada a Walter Pandiani o Juanfran Torres, viejos conocidos del españolismo.

No obstante, el gran ausente hoy será aquel médico del Rangers que dio marcha atrás a su traspaso, en 2000. A él también habría que agradecerle este emocionante epílogo.

Un gol suyo dio la victoria en el último precedente, en Montjuïc

Con 129 dianas, el máximo goleador liguero en la historia del Espanyol, Raúl Tamudo, ha dado tantos puntos a su equipo que se escapan de cualquier cuenta. Sin ir más lejos, un tanto suyo el 2 de noviembre de 2008 dio la victoria a los pericos por 1-0 ante Osasuna, en Montjuïc. Hoy al Espanyol le basta con empatar para asegurarse la permanencia matemática. De hecho, aun perdiendo esta noche es casi seguro que la alcanzará, pues la garantizaría un simple empate de Málaga, Racing o Tenerife.