Raúl se pierde lo que queda de temporada

La resonancia magnética y la exploración clínica han confirmado que Raúl tiene un esguince de grado dos en el tobillo derecho, con afectación del ligamento tibio-peroneo antero-inferior, que le mantendrá un tiempo mínimo de baja de cuatro semanas". Las palabras de Carlos Díez, jefe de los servicios médicos del Madrid, sonaron como una sentencia a las puertas del hospital Sanitas Sanchinarro. El jugador había abandonado el recinto sólo unos minutos antes, conduciendo su coche de gran cilindrada ante el acoso de los flashes y de los periodistas pero sin querer bajar el cristal del vehículo para hacer ningún tipo de valoración.

El destino tenía preparado a Raúl el honor de marcar en La Romareda uno de los tantos más importantes de la temporada para el equipo, pero también le deparó caer lesionado para lo que resta de temporada, con la incertidumbre y el debate abierto sobre su continuidad para la próxima temporada. La noticia cayó como un jarro de agua fría para el capitán: "Imaginaos, una noticia de este calibre te deja un poco bajo de moral, pero ya sabéis que Raúl es un luchador y tiene ganas de recuperar esto lo antes posible", afirmó el doctor Díez.

Según ha podido saber AS, Raúl ya sabía de la gravedad de la lesión nada más ser sustituido en La Romareda. Los gestos que las cámaras le grabaron en el banquillo de La Romareda eran más de rabia que de dolor. Pasó el domingo en absoluto reposo, esperando impaciente las pruebas. Y madrugó. A las 9:20 horas de ayer ya estaba en el interior del hospital. Valdano y el doctor Juan Carlos Hernández llegaron media hora después. Tras tres horas de pruebas el siete se despidió de la temporada y ahora medita si también ha llegado el momento de hacerlo del Madrid.