Asalto al fortín navarro

Al Valladolid no le queda otra que salir a por todas esta tarde en Pamplona. En un estadio en el que nunca ganó y porque el tiempo se le acaba. Quedan 16 jornadas, pero los de Onésimo no pueden permitirse el lujo de que se abra un hueco entre ellos y la permanencia porque acabaría siendo como una losa. Hay mucha expectación por comprobar si la mejoría experimentada ante el Zaragoza se plasma esta tarde en el Reyno de Navarra. Será el tercer partido tras la era Mendilibar y, más que de jugar bien, para el Valladolid se trata de ganar. Lo necesita como el comer.

Viejos conocidos.

Camacho entrenó a Onésimo hace ya 14 años. Fue en el Sevilla y al hoy entrenador de Osasuna le despidieron en la jornada 22. Después, el Sevilla terminaría bajando a Segunda, con Onésimo y ya sin Camacho. Hoy vuelven a encontrarse, pero en distintas circunstancias. Camacho vive más tranquilo, con su equipo bien asentado en la zona media de la tabla, sin casi lesionados, con las cosas a favor. Onésimo llega a Pamplona a la desesperada, muy obligado y con la enfermería casi a tope.

La ausencia de Diego Costa es la más destacada. Es el mejor delantero del Valladolid y hoy su equipo pagará con su ausencia la tremenda dureza que mostraron la semana pasada los defensores del Zaragoza en Zorrilla. Por eso, Onésimo ha pedido que se proteja en la medida de lo posible a los futbolistas que tratan de jugar al fútbol. Y hoy volverán a verse Galán y Arzo. El codazo que recibió el chaval navarro ha quedado atrás y él recuerda más el gol que anotó en Zorrilla. La cita está servida.