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Copa del Rey | Celta 0 - Atlético 1

Forlán decide y espera el Racing

Un gol del uruguayo metió al Atleti en semifinales. El Celta reclama un tanto anulado a Trashorras. De Gea, Perea y Domínguez dieron mucha seguridad

<b>ALEGRÓN ENORME.</b> Reyes y Assunçao celebran junto a Forlán el gol que daba el pase al Atlético a las semifinales de la Copa de Rey.

El Atleti acabó sufriendo y no enamoró a nadie, pero ambas cosas se daban casi por hecho. Sin embargo, lo que queda del trabado partido de Vigo es que un gol de Forlán en coproducción con Noguerol metió a los de Quique en semifinales y les permite soñar con ganar un título catorce años después. Una vida. Ahora le espera el Racing de Canales, su primer rival de la misma categoría en lo que va de Copa. La ida se disputará el jueves a las 22:00 en el Calderón, por lo que el tiempo para soñar es escaso. El calendario no le da un respiro a los rojiblancos.

Como tampoco lo tuvieron ayer, porque pese a dominar toda la segunda parte fue incapaz de rematar la faena con un segundo gol que era jaque mate. Y, cómo no, acabó llevándose el sustazo habitual con un cabezazo de Joselu al larguero, tras otra virguería de Trashorras, que pese a la derrota sale como el futbolista más brillante de la eliminatoria. Pero no el más decisivo, esos fueron De Gea en la ida y, ayer, Forlán.

El uruguayo, muy dolido con que se dudase de su profesionalidad a principio de temporada, está haciendo de jugar lesionado su grito de reivindicación. Tiene el tobillo como un globo y se le nota. Corre cojeando y acumula imprecisiones, pero sigue ofreciéndose una y otra vez y, a la hora de la verdad, marca diferencias. Ayer, tras un primer tramo de partido en el que todo eran garrotes en mediocampo y espaditas de juguete en las área, Forlán le metió un poco de presión a Noguerol que se puso nervioso y le regaló el balón. El resto fue un frío ejercicio de profesional: dejó atrás al central, se plantó ante Yoel y le batió con un disparo falsamente tierno a la vera del palo.

Sin ayuda. El gol descolocó al Celta, que lució el mismo estilo que en el Calderón, pero con la mitad de sustancia. Trashorras siguió alternando pausa y prisa, corto y largo, izquierda y derecha, como si tuviera un escáner a lo Robocop. Pero le faltaron aliados. Aspas no encontró a su musa y Botelho parecía el mejor amigo de Ujfalusi, todo colaboración. Abalo sí se la montó a Antonio López, al que seguir a su par le parece un engorro, pero nunca terminó de creérselo cuando pisó área. Así que De Gea, muy seguro otra vez, vivió una noche más tranquila que de costumbre.

El Atleti, con Tiago mandando y la tranquilidad del gol, salió mucho más sólido en la segunda parte. Pero Kun estaba tan inspirado que siempre quería hacer un regate más y la ocasión que marcó se la anuló Pérez Lasa por un fuera de juego en el filo. Al rato le tocó al Celta llevarse el disgusto, cuando Trashorras sorprendió al Atleti con una falta directa y el árbitro invalidó el tanto porque aún no había terminado de anotar, aunque el jugador del Celta asegura que recibió permiso para lanzar. Sólo ellos dos saben lo que de verdad sucedió.

La recta final, ya con el Celta desguarnecido y el Atleti añorando a Tiago, al que por ahora la gasolina sólo le da para una hora, fue un intercambio de golpes. Domínguez, como siempre, y Perea, ayer en su mejor versión, sacaron cada pase al área que no podía bajar De Gea, un seguro por arriba. Mientras, Simao y Forlán remataron mal en dos ocasiones clarísimas que Yoel sacó sin poder creérselo. Todo desembocó en el cabezazo a la madera de Joselu, que fue un pitido final antes de tiempo. Y así, a trancas y barrancas, el Atleti sigue soñando.