Mundialito de clubes | Estudiantes - Barcelona
Los 'carniceros' de los 60 jugaron tres finales
Liderados por el padre de Verón ganaron al United.
Estudiantes de La Plata sorprendió con un triplete en la Copa Libertadores. Sucesivamente derrotó al Palmeiras y a los campeones uruguayos Nacional y Peñarol en las finales de 1968, 69 y 70. Ello le permitió disputar la Intercontinental de esas tres ediciones.
Los pincharratas dirigidos por Osvaldo Zubeldía formaban un equipo que destacaba por su disciplina táctica y una excesiva combatividad, rayana muchas veces en la violencia. Poletti era su habitual guardameta y en la defensa eran perros de presa los intratables Aguirre Suárez, Malbernat, Pachamé, Medina, Manera, Spadaro, Pagnanini que merecieron acertadamente el sobrenombre de carniceros.
Contaba con dos personajes cerebrales aunque diferentes, ambos doctorados en medicina; Carlos Bilardo era astuto y temperamental, mientras que su colega Raúl Madero lucía elegante su depurada técnica. Eran, sobre el césped, los estrategas del equipo. Ribaudo, Conigliaro, Togneri, Echecopar, Romeo o Taverna eran los hombres que desde el centrocampo trabajaban incansables, aparecían fugazmente en la vanguardia e impedían la creatividad del adversario. Pero el hombre decisivo era Juan Ramón Verón, que, con su enorme talento y una destreza fuera de lo común, surgía en el momento clave para lograr el gol victorioso, haciendo bueno su apodo de 'La Bruja'.
Ganaron la Intercontinental (1968) derrotando a un Manchester donde brillaban Charlton, Best y Law y estuvieron a punto de repetir ante el Feyenoord en 1970. Pero en la memoria permanece el segundo partido de la final contra el Milán. Había que remontar los tres goles y la violencia apareció sobre el terreno. Las imágenes fueron brutales. Aguirre Suárez, Poletti y Manera se distinguieron por sus agresiones a los rossoneri y al finalizar el partido la propia policía argentina les detuvo en los vestuarios. Fueron sancionados con largas inhabilitaciones.