El Rayo se agiganta en San Mamés y pasa a los octavos

La consigna que ambientó La Catedral al término del partido condensa el cariz revolucionario de la ronda de dieciseisavos de final: ¡¡La final de Copa, Rayo-Alcorcón!! Los 200 hinchas llegados desde Vallecas asistieron eufóricos a otro golpe de mano de un modesto en el torneo del KO y lo celebraron como merecía. El Rayo supo culminar en Bilbao la labor iniciada en su campo y dejó con un palmo de narices al finalista, un Athletic al que el corazón no le alcanzó para desarbolar el orden y el buen gusto futbolístico del colectivo que dirige Pepe Mel.

Cuando parecía que peor lo tenía, dio un paso adelante y fue capaz de hacer dos goles que derrumbaron a los rojiblancos. Se esperaba la carga definitiva de éstos, pero lo que hubo en un final de encuentro trepidante fueron dos golazos de Collantes y Albacar.