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Liga BBVA | Valladolid 1 - Osasuna 2

Osasuna sacó oro de la nada

Los errores locales fueron clamorosos. Jacobo regaló el primer gol. Camacho, encantado con Paradas Romero. Pandiani y Galán decidieron

<b>INTENSO. </b>Ambos conjuntos se emplearon a fondo durante todo el partido para conseguir una victoria que era muy necesaria para los dos equipos.
INTENSO. Ambos conjuntos se emplearon a fondo durante todo el partido para conseguir una victoria que era muy necesaria para los dos equipos.felipe fernández y víctor blanco

Se puede ganar jugando mejor o aprovechando los errores de tu rival. Osasuna se apuntó anoche a lo segundo. Se puede perder por las virtudes de tu oponente o por tus errores propios. El Valladolid fue un cúmulo de despropósitos, errores de bulto e imprecisiones, y por eso perdió. Sin restar méritos al correcto, sin más, encuentro de los de Camacho, lo cierto es que el Valladolid fue tal descontrol de juego que hubiera tenido imposible ganar a nadie jugando así. Ni siquiera empatar. Los pucelanos no conocen la victoria en Zorrilla desde el pasado 15 de marzo. Sin bandas para hacer daño, sin juego entre líneas y sin una defensa consistente, lo extraño es que logren sumar en Zorrilla.

Y que nadie le cargue al árbitro con la responsabilidad de esta derrota desde las filas blanquivioletas. Es verdad que Paradas estuvo bastante mal y que fue incapaz de manejar el partido, pero del fallo de Jacobo, del error de Arzo en el segundo gol o de la expulsión del de Vila-real por flagrante codazo a Galán no se puede responsabilizar al colegiado andaluz. Eso sí, la expulsión de Luis Prieto es muy rigurosa. Aranda, inmenso a la hora de librarse de su marcador y de situarse solo para encarar, fue derribado cuando se escapaba. Habría que haber comprobado si hubiera sido capaz de llegar solo ante Jacobo, pero sí, Luis Prieto era el último defensor y decidió coger por la cintura al delantero rojillo. El error de Luis Prieto fue doble al cometerlo y al intentar enmendarlo. Paradas, que dejó feliz anoche a Camacho con su actuación, no se lo pensó dos veces. Con uno menos el Valladolid y perdiendo el partido por la mínima, las cosas empezaban a decantarse con bastante claridad. Pero antes, justo a los 25 minutos, ya se había producido una de las jugadas claves, sino la que más, de todo el partido. El juego directo de Osasuna le iba a dar réditos cuando Aranda, siempre él, le ganaba claramente el salto de cabeza a Luis Prieto para asistir en profundidad a Pandiani. A todo esto, César Arzo, vaya nochecita que tuvo ayer el muchacho, estaba defendiendo en línea sin esperar dos pasos por detrás a su par. Conclusión: Aranda, con su cabezazo, dejó solo a Pandiani, que lanzó desde su casa un buen disparo, centrado, a las manos de Jacobo. El portero del Valladolid quiso rizar el rizo poniendo los puños cuando debería de haber blocado con las manos. Conclusión: el balón se le coló en la portería ante el estupor general.

Espejismo.

Al Valladolid sólo le quedaba acudir a la épica para tratar de revolucionar el partido. Mendilibar sentó a Nauzet, flojísimo, y a Manucho, desaparecido en combate. Salieron Sisi y Diego Costa, que mejoraron el panorama. De hecho, en el 48', Diego Costa, con la colaboración de Josetxo, iba a lograr el empate. El 1-1 variaba sensiblemente la situación. El Valladolid creía aún en sí mismo y a Osasuna le entraron dudas. Y a Mendilibar también. El técnico quiso amarrar al menos un punto, al estar con un hombre menos en el campo, y sacó a Baraja por Sesma. La cosa salió mal. La declaración de intenciones se plasmó en el marcador sólo siete minutos después, en el 72', cuando Nivaldo no fue capaz de despejar un fácil balón y Arzo, que se la encontró en el área, hizo un destrozo monumental, permitiendo a Galán batir a Jacobo. El chaval ni se lo creía, ya que llevaba 30 segundos en el campo, nada más. El murmullo de la grada sonó a traca final.

Al Valladolid se le acababan las fuerzas y las esperanzas a base de despropósitos. Sus nervios e imprecisiones iban dando cada vez más calma y confianza al equipo navarro, que por fin se estrenó con una victoria en la Liga. Osasuna aguantó el tramo final sin aprovechar su superioridad con eficacia. Y es que los locales terminaron con nueve el encuentro. Esta vez la expulsión de Arzo estaba justificada. En pleno proceso de desquicie, Arzo le propinó un codazo a Galán, con el juego ya parado, que le puso a 10 minutos del final en el vestuario. La sanción será muy dura, porque su acción no tiene ninguna justificación. Osasuna fue tila. El Valladolid, un litro de café que le puso histérico. Y así le fue.

Homenaje a Rodríguez Santiago

El árbitro vallisoletano, que acaba de retirarse tras muchos años dirigiendo partidos en la élite, fue objeto de un merecido homenaje antes de comenzar el partido. Julián Rodríguez Santiago recibió una placa de manos del presidente Carlos Suárez y realizó el saque de honor.