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Copa del Rey | Almería 1 - Mallorca 1

Arango, artista de Copa

Su golazo acaba con la revolución inicial del Almería

<b>INABORDABLE JOSEMI. </b>Negredo salta por encima de Josemi en una jugada del partido de ayer.
INABORDABLE JOSEMI. Negredo salta por encima de Josemi en una jugada del partido de ayer.carlos barba

Se fue Arango del Mallorca-Madrid con 0-3 en el minuto 82 y en Palma se pusieron como fieras con Manzano. No pareció para tanto, pero ayer se demostró que sí. No es que Arango fuese a remontar el partido del domingo, pero es una evidencia que se trata un jugador diferente, capaz de flotar por el partido sin trascendencia durante un buen rato y luego ser el protagonista sin discusión. El golazo de Arango, en una falta lanzada desde un perfil casi prohibido para un zurdo y con un defensa bajo palos para convertirlo en una misión imposible, sofocó la revolución del Almería, que jugó veinte minutos espectaculares, y clasificó al Mallorca para cuartos. Porque, definitivamente, el Mallorca es un equipo copero, que hasta encuentra la fortuna que le da la espalda en la Liga. En Almería, ilusionada por los reportajes que recordaban la experiencia y los valores especiales de Hugo en las noches mágicas, el Mallorca sufrió tanto como dice la cronología del partido: en el minuto tres ya estaba en inferioridad numérica.

Jose Ortiz, que a este paso tendrá impresa su imagen en el escudo de la camiseta del Almería, se inventó una jugada que Piatti remató con la derecha, su pierna malísima, y con el corazón. El Almería creyó. Y pareció por un momento que la atmósfera también invitaba a eso. El Mallorca, preso de sus dudas en la Liga, se convirtió en un equipo timorato y permitió que su rival le acorralase. El Almería tuvo actitud y fe y, con 1-0, todos contaban con el gol de Negredo. Definitivamente, ayer no fue su noche. Siempre pareció amenazante, pero le faltaron astucia y reflejos.

El cambio que sufrió el partido después del empate del Mallorca fue pasar del invierno al verano. Desde entonces, el Mallorca se tumbó al sol. El Almería no se sintió con fuerzas para superar el estacazo de Arango, el artista vinotinto (por su selección de Venezuela). Hugo, que igual se lo cruzó en alguna Copa América, mandó a Carlos García hacer exactamente lo mismo que Pellerano tres días antes en Montjuïc: ponerse bajo palos. Pero ni así. Marcó Arango y se alegró Mallorca. Porque allí nadie tira la Copa. Porque cada año es fantástico recordar aquel año 2003. Y con setenta minutos de tranquilidad, salpicando cambios, dando minutos a todos, cerró su pase a cuartos donde le espera al Betis. Hay quien piensa que esto es apretarse la soga en la Liga. Pero nadie mejor que un psicólogo como Manzano para saber que en la Copa el Mallorca va de ganador. Y no tiene pesadillas, sino sueños de grandeza. Al Almería ya se le han acabado. Y lo suyo desde hoy es la cruda rutina de la Liga, la asfixia de pelear la salvación, la agonía por que asome otro domingo. Seguro que se cambiaba por el Mallorca ahora mismo.