Copa del Rey | Mallorca 3 - Almería 1
Primer revolcón a Hugo
Se lo dio el Mallorca, que ve más cerca los cuartos
El Mallorca pasó por el colador al Almería, anárquico y caótico. Para lo mal que se ve en la Liga y la poca fe que le tenía su gente, que dejó el Ono Estadi como un solar, al Mallorca todavía le queda orgullo de sobra para superar obstáculos y quedar bien con la Copa, su Copa en 2003. Anoche, en el deslizante césped de Son Moix, superó un error impropio de Aouate en el debut. El 1-1 de Ortiz, que neutralizó el primer gol de Keita, debía ser el golpe definitivo para un equipo con media estocada en la Liga. El descabello pareció el error de Aduriz en un penalti poco después. Pero el Mallorca debe tener una fortaleza interior desconocida, porque se repuso y, liderado por Cléber Santana, un futbolista que puede ser discutido en el Calderón pero que en Palma debería jugar de lo que quisiese, dejó la eliminatoria con muy buen color. Para Hugo, el partido fue una decepción suprema. Le había pedido 10 días a Alfonso García para emitir una evaluación definitiva sobre la plantilla, pero tal vez le sobren nueve. En sus suplentes no hay ningún Negredo, tampoco Solari, al que Hugo vio hacer goles como churros en el UNAM pero que a pesar de su buena predisposición se vio superado por David Navarro y Ramis. Qué diferencia con los dos centrales de Almería. A Carlos García, central fiable desde siempre, le traiciona la falta de partidos. Por eso, cuando en el minuto diez Aduriz picó la pelota por encima de Esteban, él corrió a por ella con fe y condiciones, pero sin el retrovisor. Se confió, se recreó en el despeje y se encontró a Keita; gol. Peor es lo de Chico, que se comía el mundo cuando empezó la Liga y ha ido a menos de forma preocupante. Recuperarlos es uno de los retos de Hugo, al que el partido, su primer revolcón en la Liga, debió dejar seriamente preocupado. Lo peor que puede decirse del Almería no fue el 3-1, sino su desgobierno. El desorden llegó a límites delirantes en la segunda parte. Y tanto descontrol era innecesario porque la eliminatoria no está todavía resuelta. De la gesta ya se encargará Jose Ortiz, bravo por él, que tuvo 25 minutos iniciales estupendos, con un gol en el que delató a Aouate en su debut y otros tres acercamientos que pudieron dejar la eliminatoria más cerca. El capitán se dejó una cuenta pendiente para la vuelta.
La adversidad hizo fuerte al Mallorca. El Almería, que estaba obligado a tener una noche con el viento a favor por el resultado, se encogió. Tampoco le ayudó demasiado Rubinos, que tuvo muy buena vista en el penalti de Ortiz a Aduriz y en la cesión castigada a Guilherme, futbolista que entra por los ojos pero que minimiza todas sus virtudes con una inmadurez desmesurada. Todo eso lo aprovechó muy bien el Mallorca, que si es cuestión de fe, también está preparado para atropellar al Madrid.