Copa del Rey | Gradas desiertas
Copa del Rey: un tercio de espectadores de la Liga
13.800 es la media de aficionados en la vuelta de 1/16
Esta Copa esta vacía y no se trata solamente de una metáfora. 16 de los 20 estadios de Primera tenían una cita con la vuelta de dieciseisavos, buen test para conocer el nivel de atracción que mantiene un formato que, ya se sabía, no convence en nada a los aficionados. Y la prueba ha dictado sentencia, sin apelación, por una media de 13.800 espectadores, poco más de un tercio de los casi 30.000 (de media también) que se acercan a los campos en las 10 jornadas de Liga disputadas.
El horario intersemanal, el poco tirón de la mayoría de las eliminatorias, la mala climatología... Muchas son las excusas que se podrían poner, pero en la mayoría de los casos no cuelan. En el Colombino de Huelva, con un rival histórico (el Athletic) y una eliminatoria aún por decidir (en la ida el resultado fue de dos cero para los bilbaínos) la afluencia no llegó a los tres mil espectadores. Y allí, el tiempo no era nada malo: despejado y con 14 grados de temperatura.
En Can Barça sí que pueden cargar contra los elementos: llovía sobre Barcelona, la eliminatoria estaba decidida (0-1) y el rival, un Segunda B como el Benidorm, no era el mejor reclamo para los que se atrevieran a salir de casa. Sobre todo, porque el partido se televisaba en abierto por TV3. 23.422 es la segunda mejor entrada de esta ronda, un registro potable, eso sí, si no se confronta con el porcentaje de asientos sin ocupar: apenas se llenó el 27,7 por ciento del Camp Nou.
Sólo el Bernabéu.
También queda mal el Barça cuando se le compara con su máximo enemigo. Porque el Madrid es el único que ha mantenido, en Copa, los magníficos números de aforo que normalmente tiene en Liga. 70.000 espectadores sufrieron la debacle del Bernabéu ante el Real Unión, aunque tener que apelar a la épica (en la ida perdió el Madrid 3-2) y una política de precios adecuada, con entradas de hasta cinco euros, ayudó a que Chamartín tuviera aspecto de noche casi grande.
A pocos kilómetros de allí hubo 10.000. En el Vicente Calderón también se pusieron precios populares (10 euros costaba la entrada más barata) pero el poco nombre del rival, Orihuela, y el hecho de que la eliminatoria estuviera ya casi sentenciada con el 0-1 de la ida hizo que muchos hinchas rojiblancos decidieran seguirlo desde sus casas. Visto el triste 0-0 final, no parece que estuvieran muy equivocados.
De entre el resto, únicamente el Sardinero y el Reyno superaron el 50 por ciento de su aforo. La mayoría de los estadios presentaron desiertos en vez de gradas, con atención especial a campos habitualmente repletos cómo Mestalla (7.000 espectadores de 55.000) o el Ruiz de Lopera (10.000 de 55.500). Montjuïc no suele pasar de 25 o 30 mil espectadores, pero la afluencia del miércoles fue desoladora: 7.650 pericos vieron en vivo como su equipo eliminaba al Celta. Es la tercera peor entrada que han tenido los blanquiazules en los últimos 11 años.