El pasillo de seguridad del Fenerbahçe pone a Luis contra las cuerdas

Luis Aragonés siempre ha tenido fijación por blindar "el pasillo de seguridad" (espacio central que va desde el portero hasta el delantero). Ayer el del Fenerbahçe parecía la entrada de Ikea. En dos goles regatearon a Demirel, en otro Adebayor remató en sus barbas y en el cuarto, Song cazó una volea al borde del área chica. Selçuk, Lugano y Edu hipotecaron el partido condenando así al de Hortaleza. De "la condición física de base" turca mejor ni hablamos.

El trajeado academicismo de Wenger ganó en la pizarra al chandalismo ilustrado de Luis: situó a cinco en la medular provocando superioridad y descolocó a la zaga con las caídas de Adebayor para sacar de sitio al central. Por ahí entraron Walcott y la muchachada gunner al galope. Después, un mezquino Fenerbahçe no pareció digno sucesor de la épica Turquía del milagro como táctica en la Eurocopa. La goleada señala a Luis la puerta de salida, justo al final del pasillo de seguridad. ¿Güiza? Gol estéril y desmentido: "No iré al City". Quizás debería...

El Oporto pierde una gran oportunidad de destacarse en la segunda posición del grupo al perder ante el Dinamo de Kiev, que rentabilizó un gran lanzamiento directo de falta a la media hora de partido. El acoso final luso no encontró recompensa ante un Dinamo ordenado.