Primera | Recreativo
El uruguayo Canobbio se pone a tiro del Decano
El Celta quiere desprenderse del jugador por su alta ficha
Matías Lequi podría no ser el único jugador del Celta que acabase formando parte del nuevo proyecto del Recreativo, en cuya agenda también está marcado en rojo el nombre de Néstor Fabián Canobbio. El uruguayo, internacional y con experiencia en Primera, es del agrado del cuerpo técnico albiazul y la delicada situación económica que atraviesa el club vigués, inmerso en la Ley Concursal, podría propiciar las condiciones idóneas para ficharle.
El Celta quiere desprenderse de las fichas más altas de la plantilla para reducir gastos y por este motivo está dispuesto a escuchar ofertas por Canobbio, al que aún restan dos años más de contrato y no entra en sus planes. Sin embargo, el Recre no está por la labor de hacer un gran desembolso económico e intentará que el jugador obtenga la carta de libertad.
Canobbio forma parte del grupo de jugadores que descendieron hace dos campañas y cuyas elevadas fichas son incompatibles con la supervivencia del Celta, que pretende aliviar sus arcas. En el Decano, sin embargo, están convencidos de que pese a su devaluación en Segunda, el uruguayo reúne condiciones suficientes para jugar en Primera, donde ya lo hizo a gran nivel tanto en el Celta como en el Valencia.
El charrúa, que puede jugar tanto de mediapunta como en ambas bandas, se consagró en el Celta, donde ha militado las últimas cuatro temporadas, dos de ellas en Primera.
Pendientes de Carlos Martins
Carlos Martins será presentado esta misma semana, presumiblemente entre hoy y mañana, como nuevo jugador del Benfica para las cinco próximas temporadas. Según informan varios medios en Portugal, Quique Sánchez Flores ya cuenta con el concurso del mediocentro luso, cuyo traspaso se cerró después de que se limasen los últimos flecos de una compleja operación. En virtud de la operación, tasada en unos tres millones de euros, el Recre, propietario del 40 por ciento de sus derechos, se embolsará entre 1,2 y 1,5 millones. El jugador, propietario del 20 por ciento, habría renunciado a parte de los 600.000 euros que le correspondían a cambio de su libertad.