"Tras el Alemania-Turquía habrá mejor convivencia"

Fue el partido de la integración y de la paz. A partir de ahora, la convivencia entre alemanes e inmigrantes será aún mejor". Norbert Lammert, presidente del Buntestag, abría ayer la sesión del Parlamento alemán con el bucólico discurso de cada mañana pero, por una vez, los hechos le habían dado la razón: las sospechas de un cataclismo público entre turcos (2,7 millones de inmigrantes en Alemania) y alemanes se disolvieron en la fiesta. Ni siquiera en Berlín, donde una extraordinaria macedonia de 500.000 hinchas se citó ante una tele gigante en la puerta de Brandenburgo, hubo que contabilizar algo más que cachetes entre borrachos. 100.000 hubo en la zona de fans de Hamburgo; 200.000 en Múnich... En total, más de tres millones de alemanes y turcos tomaron las calles de Alemania y volvieron luego a casa sanos y salvos. Un milagro que repetir.

Los únicos altercados se produjeron en Dresde y Chemmitz, antiguas localidades germano-orientales, donde varios radicales atacaron locales de comida rápida. En Dresde, un grupo de unas 20 a 30 personas rompió las lunas y destruyó una parte del mobiliario de dos restaurantes y, tras atacar un tercero, agredieron a los dos ciudadanos turcos que lo atendían. Sólo hubo que lamentar heridas leves.

La canciller Angela Merkel se congratulaba también de la ausencia de incidentes graves: "Hemos demostrado que sabemos convivir y espero que todos los ciudadanos de Alemania hayan disfrutado. Ha sido un partido muy excitante para los alemanes y también para los turcos que viven en Alemania".

"Aunque yo, particularmente, me alegro de que hayamos ganado", bromeó Merkel, al que su alterado comportamiento en los estadios de la Eurocopa ha revelado como la hincha número 1 de la Mannshaft. De hecho, la Prensa alemana publicaba ayer que la canciller se pasó la noche del miércoles enviando mensajes de móvil para felicitar a varios componentes de la selección.

Récord televisivo. La singular expectación conjunta entre alemanes y turcos quedó demostrada por el número de televidentes que llegó a congregarse para seguir el partido. 29.415.000 de espectadores vieron en Alemania el gol de Lahm, el que decidió el choque en el último minuto. Sólo otro momento futbolístico de la selección alemana, el principio de la semifinal ante Italia en el Mundial 2006, ha superado la cifra y por muy poco, en apenas 100.000 personas. Según la cadena ZDF, el apagón de imágenes que afectó a todo el mundo a mediados de la primera parte influyó negativamente: "Reclamaremos a la UEFA, porque ahí se perdió audiencia. Sin el apagón, tendríamos nuevo récord", aseguró un portavoz de la televisión propietaria en Alemania de los derechos de la Eurocopa.