El 18 de marzo, Ruud van Nistelrooy abandonó enfadado Valdebebas, cogió su maleta de viaje, se fue al aeropuerto de Barajas y se desplazó a Amsterdam tras consultar con los médicos del Real Madrid. Unas molestias crónicas en su tobillo derecho le tenían agobiado y más con la perspectiva de perderse la Eurocopa con Holanda y la recta final de la Liga con el Madrid. Desde allí recibió la llamada telefónica de Ramón Calderón, molesto al considerar el presidente que el máximo goleador de la pasada Liga (25 tantos) se borraba para llegar a tiempo con su selección a la cita de Austria y Suiza.

"Presidente, tranquilo que está controlado con los médicos de aquí. Me garantizan que en seis semanas podré reaparecer. Ayudaré al equipo en las cuatro últimas jornadas de Liga. En Pamplona ya jugaré unos minutos". Ruud, profesional como pocos, convenció a su 'jefe' de que los riesgos estaban controlados. Y ha cumplido su palabra. Con creces.

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El doctor Van Dijk le sometió a una artroscopia con la que le quitó las descalcificaciones que le traían a mal traer. La sinovitis le desapareció y Ruud ha cumplido a rajatabla las dobles y hasta triples sesiones de recuperación a las que se ha sometido para cumplir su palabra. Esta semana pasada ya se reincorporó al trabajo con el resto del grupo y sus sensaciones han sido muy buenas. Ni dolor ni reacciones negativas.

Schuster no forzará la reaparición del killer holandés en el once titular ante los navarros, pero sí quiere alinearle veinte minutos para que se vaya rodando. En ausencia de Ruud, el Madrid ha jugado 13 partidos, con 10 victorias, un empate y sólo dos derrotas. Buen balance que destierra la Vannistelrooydependencia...