Como Cristiano Ronaldo no hay otro

El Manchester United anunció ayer la renovación de Cristiano Ronaldo hasta 2012. Ya tenía contrato hasta 2010, pero ahora se lo amplían y mejoran hasta las 120.000 libras semanales (así se cuenta allí, desde que nació el profesionalismo, a finales del XIX, con la tarifa de una libra semanal). Para entendernos: cobrará unos siete millones de euros netos al año, un millón más que la tarifa galáctica que se instaló en el Madrid. Ya Shevchenko y Ballack pasaban de esa cantidad en el Chelsea (Ballack llegó libre). Ahora el Manchester United blinda a Cristiano Ronaldo para que no escuche ofertas.

Pero el Madrid no piensa desistir. Quizá excesivamente crédulos en los signos que ha emitido el jugador al club, o quizá bien informados y orientados, piensan que sólo se trata de un movimiento táctico, que tendría dos razones de ser: una, encarecer el fichaje, tanto en el monto del traspaso como en los emolumentos del jugador; y otra, crear un sosiego en el Manchester cara a este final de temporada, en el que el equipo pelea por la Liga en lucha cerrada con el Chelsea (que ha reducido la ventaja a tres puntos, y tiene que recibirles) y además se encuentra en semifinales de Champions.

El tiempo dirá si la reacción de ayer del Madrid es optimismo voluntarista o análisis acertado. En todo caso la renovación es mala noticia. Para mí (y para mucha gente más) Cristiano Ronaldo es una pieza única. Por edad, juego, velocidad, ambición, madurez y facilidad de gol (lleva veinte, y juega por los costados) no hay otro como él ahora mismo. Y reforzaría al Madrid donde más necesitado está: arriba, en la velocidad, en el juego por las alas, ante el gol. Jugador único, que entra en acción donde el fútbol se acelera y se pone serio, y que llega y culmina. Cualquier esfuerzo sería justificable.