El United salió victorioso de su visita al Lille gracias a la ayuda del árbitro y a la experiencia de Giggs. El colegiado holandés Braamhaar escamoteó un gol al Lille a falta de media hora para el final del partido, todavía con empate a cero en el marcador.

Estimó que Odemwingie empujó al defensa antes de rematar a gol, pero cuesta creer que hubiese señalado penalti si la jugada hubiese sido justo al revés. No fue una carga ilegal, y goles así hay muchos. Pero por si fuera poco, el lío de verdad llegó un poco más tarde, a falta de siete minutos para el final. El colegiado holandés pitó una falta en el borde del área y mientras los jugadores franceses montaban la barrera (uno de ellos estaba incluso mirando a su propia portería para ponerse de acuerdo con su portero) llegó Giggs y, con la izquierda, coló el balón. Incluso alguno de sus compañeros cantó el gol con retardo... porque no se enteró. Fue un gol legal, pese a las protestas del Lille, y el árbitro se fue para el centro perseguido por los jugadores franceses, que corrían detrás de él como si se hubieran dejado un grifo abierto.

Incluso hicieron un conato de abandonar el campo como protesta. Los casi diez minutos que se jugaron después fueron bajo una gran presión de la grada, que lanzó objetos al campo en señal de protesta y despidió al árbitro con una bronca de las que no se olvidan. Los jugadores del Lille siguieron protestando según enfilaron el túnel de vestuarios. No tenían razón, porque fueron ellos los que pecaron de inocentes.

Y el que tampoco se fue contento fue Cristiano Ronaldo, muy molesto con Ferguson por sustituirle a falta de casi media hora para el final del partido y cuando el marcador todavía era de empate a cero. El jugador portugués, en cuyo lugar entró Saha, se marchó del campo muy enfadado y no quiso ni siquiera saludar a su técnico.

La vuelta

Los partidos de vuelta de los octavos de final se jugarán los días 6 y 7 de marzo.