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Goyo Benito

"Ojalá hubiese tenido yo a López Caro de técnico"

Benito fue central del Madrid desde 1964 hasta 1982 con Miguel Muñoz y Boskov, entre otros, en el banquillo. Desde 2003 viaja con el Castilla en representación del club. Ahí conoció la manera de trabajar de López Caro.

<b>CONFIANZA.</b> "Le dije a Florentino que este era nuestro hombre"

No le ha sorprendido la reacción que ha tenido el Madrid con López Caro?

En absoluto. Yo sabía que iba a ocurrir esto.

¿Y esa fe en un entrenador sin experiencia en Primera?

He tenido la fortuna de viajar con el Castilla en las tres últimas temporadas. Su manera de trabajar con los chavales es digna de estudio. Puede parecer muy duro y exigente pero tiene una gran ventaja con respecto a otros técnicos con más nombre: les razona las cosas, les comenta el porqué de sus decisiones y hace un trabajo psicológico excepcional con el jugador.

Ya, pero una cosa son los niños y otra los galácticos...

Se equivoca. El entrenador primero debe ser hombre y persona y, en esa faceta, Juan Ramón es de diez. Le voy más lejos, ¡ojalá hubiese tenido yo en mis tiempos como jugador a un técnico como López Caro!

¡Pero si usted tuvo a técnicos del prestigio de Miguel Muñoz y Boskov!

Sí, los dos muy buenos a su manera, pero ellos no tuvieron a semejante colección de estrellas a su disposición. López Caro no se casa con nadie y ha logrado que este vestuario vuelva a ser un piña.

¿Lo dice por la celebración tan solidaria del gol de Beckham?

Sí. Hace unos meses veíamos celebraciones como las de la cucaracha que sólo involucraban a unos pocos jugadores del equipo mientras los demás miraban. Pero en la piña del sábado yo vi juntos a brasileños, españoles, ingleses e italianos. Eso es porque esta plantilla está todos a una, como Fuenteovejuna. Aquí todos reman ya en la misma dirección. López Caro ha conseguido que todos estén comprometidos y piensen, como él dice, en el 'nosotros' antes que en el 'yo'.

Por algo se empieza en la deseada reconstrucción del equipo...

Por supuesto. La celebración de ese gol me recordó a las que hacíamos nosotros en los partidos de Copa de Europa. Todos los jugadores nos animábamos y la alegría era colectiva, igual que sucedió ante el Cádiz.

¿Y por qué el equipo ahora corre tanto y remonta los partidos sin dificultades?

Porque la preparación física de Juan Ramón, Pau Albertí y Maqueda es de chapeau. Voy a Valdebebas todos los días y López Caro entrena a los cracks con la misma intensidad que lo hacía con los chicos del Castilla. Él no quiere privilegios para nadie y sabe que cuando se trabaja bien los resultados están garantizados. No hay más que ver lo agotados que salen de los entrenamientos. Pero también felices, porque son grandes profesionales y han entendido el mensaje.

¿A usted que era también central le ha sorprendido la suplencia de Helguera?

Nadie es intocable. Ahora cada jugador sabe que no tiene el puesto asegurado y que debe matarse para entrar en el once. López Caro evitará así que nadie se duerma en los laureles. Fíjese como presionó Zidane a sus 33 años dando pie al golazo de Robinho. Ahora esto es un equipo-equipo.

Si hasta golean con Ronaldo lesionado...

Ronie sigue siendo el mejor del mundo. Cuando vuelva, sus goles nos ayudarán a ganar títulos. Pero hace tres meses se lesionó y el equipo parecía muerto. Ahora se ha terminado esa dependencia de Ronaldo. Cuatro goles al Athletic, cuatro al Sevilla, tres al Cádiz...

Hablando de delanteros ¿a usted le ha sorprendido el rendimiento de Cassano a pesar de sus kilitos de más?

He hablado con él tres veces y veo en el espejo del italiano a mi añorado Juanito. Cassano es pillo, listo y muy vivo. Se mueve con mucha inteligencia dentro y fuera del área y va a aumentar la competitividad de toda la delantera. Además, también Panchito Puskas estaba gordo y era una máquina de hacer goles.

Hasta se ve a Guti más comprometido que nunca.

Ese es uno de los grandes logros de López Caro. Guti está en plan capitán, ayudando en defensa, pidiendo la pelota y asumiendo el protagonismo del equipo. La clave está en que el entrenador ha hablado mucho con él, y a Juan Ramón los chicos le hacen caso porque han comprendido que es un hombre de fútbol, humilde y que les puede llevar muy lejos.

Vamos, que si fuera por usted ni Capello, ni Mourinho ni gaitas.

Ya se lo he dicho a Florentino y se lo voy a reiterar de nuevo. López Caro es nuestro hombre y no es necesario buscar a nadie. Él tiene dos cualidades esenciales para entrenar a un club tan grande como el Madrid: convence con la palabra y con el trabajo diario.