¡¡¡Luxacidio!!!

Bernabéu acusa. Corría el minuto 80. El taconazo del tronco Carew tenía aturdidos a 67.302 madridistas hartos de esperar en vano una noche feliz, sin estridencias, con fútbol alegre, ofensivo, anárquico, atrevido, agresivo, homogéneo, directo, made in Bernabéu. Luxa, más preocupado por no perder que por buscar el 2-1 o el 3-1 en un arreón final juanitesco (debió sacar a Soldado por el lesionado Beckham y que se asusten ellos, qué diantre), decide sacar a un jugador más defensivo, Míchel Salgado, por el guerrero inglés. Paciencia agotada. Pueblo en armas. Toma de La Bastilla. Hasta el gorro. Pañolada contra el banquillo, contra el palco, gargantas enrojecidas por la furia, tsunami en las tribunas, ¡fuera, fuera!, ¡Luxa, vete ya!, ¡Florentino ¿a qué esperas?!... "¿Qué hemos hecho para merecer ésto? Que vuelvan Pirri, Míchel, Del Bosque y el núcleo duro", me gritaba al borde de las lágrimas uno de los 1.275 socios de la Peña Berja (Almería), la más numerosa de España. La voz de la grada dictó sentencia. Vanderlei, siempre te he defendido, pero ese cambio es indefendible. Usted mismo, maestro...

El torero. Da rabia este triste epílogo porque la noche trazó renglones firmes antes de que el Lyon empatase por la carew. Bernabéu lleno, equipo animoso, vitalista y actitud cien por cien. Pero no valió de nada. El mísero empate (ingenuo de mí creer que hoy se podría reeditar el 4-0 al Borussia de hace 20 años, ¡qué tiempos!) y el Luxacidio (ojo, Becks estaba bien relevado, pero no para dar entrada a otro zaguero) alimentaron la vena poética de Toñín, el torero: "Desde que a Vanderlei le quitaron el walkie-talkie todo es diferente, ya que sin el pinganillo parece un equipillo".

Presidente. La gente también está irritada con Florentino, un mago en su primer trienio (Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham) pero un estudiante problemático y con malas notas en los dos últimos cursos. El Poeta de Entrevías habla por el pueblo: "Floren, da un puñetazo en la mesa porque desde que has delegao no nos comemos un bollycao". Sigo creyendo que F. P. ha sumado más que ha restado, porque ha sacado al Madrid de la crónica de sucesos, ha limpiado las cañerías de la Tesorería y ha traído jugadores de prime-time. Pero desde hace dos años la política deportiva es un caos 'organizado' que debería explicar. ¿Ficha Sacchi? ¿Asesora Butragueño? ¿Opina Luxa? ¿Decide sólo Florentino? Mi voz es un eco. Te lo dicen (o ruegan) los peñistas de Iluro (Mataró), Barajas, Ibáñez, Oporto, Opañel y El Villar de Puertollano: "Tomás, dile a nuestro presidente que tiene que cambiar esto ya. ¡Somos el Madrid, leñe!". No estáis solos...

Capitán. A falta de Raúl, el último de Filipinas, Guti supo cumplir con su misión suicida. Luxa le pidió que hiciera de Ronaldo y el de Torrejón cumplió con creces. Su gol, por la escuadra, le hizo acreedor al mote de Gutinaldo. Del Bosque, que en la Ser dio en el clavo ("hoy se jugó mejor que el sábado porque cuando en un equipo hay desorden defensivo ello conlleva al caos ofensivo"), fue el primero que vio en este 14 rebelde y revolucionado un buen delantero de guardia. Algo es algo.

Futuro. Pese a todo, el Madrid debe evitar inmolarse a lo bonzo porque sigue vivo en todas las competiciones. Está en octavos de la Champions (Atenas será un trámite) y la cabeza de la Liga está a cuatro puntos. Quien le dé por muerto se equivoca. Se admiten apuestas.