Una vieja petición del baloncesto

La evolución del deporte profesional ha incrementado

los costes que deben soportar las entidades que forman parte de un sector en el que la competencia alcanza su máxima expresión. Muchos analistas consideran que la ACB es la mejor liga de baloncesto tras

la NBA, lo que equivale a decir que nuestros clubes están entre las empresas

más competitivas de su sector en todo el mundo.

Mantenerse en ese nivel conlleva un enorme esfuerzo económico, pero los

indicadores señalan que las fuentes de ingresos tradicionales no podrán

seguir sosteniendo esta escalada de costes.

Necesitamos encontrar nuevas formas de rentabilizar nuestra actividad, lo que ha motivado nuestra voluntad de participar en el nuevo sistema de apuestas deportivas. Desde nuestro punto de vista se trata de una gran oportunidad para que el baloncesto profesional pueda seguir creciendo, en tanto que los patrocinadores

aumentarán significativamente la proyección de sus nombres comerciales. Además, la inclusión del baloncesto en la plataforma que se ha creado sería la mejor manera de dejar atrás la reivindicación histórica de tener su propia quiniela. Es bueno para el deporte y para el baloncesto.

Senespleda es director general de la ACB.