Así es el 'Elon Musk ruso' que irrita Putin: hace negocios en España
Rusia considera a Mikhail Kokorich como un traidor y ya ha pedido que lo traigan de vuelta al país. El empresario probará su avión supersónico en Moguer (Huelva).
A Mikhail Kokorich se le conoce como “el Elon Musk ruso” por ser considerado uno de los físicos rusos más brillantes a nivel internacional. Es el fundador y CEO de la empresa suiza Destinus, que ahora trabaja en la construcción de un avión de alta velocidad, un híbrido entre avión y cohete que podría transportar carga entre continentes en menos de dos horas.
Rusia persigue a Kokorich porque lo considera un traidor después de que este escribiera la fórmula idónea para derrotar a Putin. El propio Dmitry Rogozim, exviceprimer ministro de Rusia y actual director de la agencia espacial Roscosmos, publicó un mensaje en el que pidió que trajeran de vuelta al empresario a Rusia para después colgarlo. “Luego lo borró”, señaló el empresario, según recoge ABC.
Sobre las amenazas del Kremlin, Kokorich argumenta lo siguiente: “En mi caso no creo que esté en los primeros puestos de la lista porque hay mucha gente que puede estar antes. Pero en realidad puedo estar entre los veinte primeros de las personas señaladas por Putin”. En medio de las tensiones con su país, el fundador de Destinus ha escogido España para comprobar la velocidad del prototipo de vehículo supersónico.
El avión-cohete será probado en el centro de Vuelos no Tripulados (CEUS) de Huelva, en Moguer. El prototipo, que ha recibido el nombre de Jungfrau, puede alcanzar una velocidad de Mach 15, es decir, 15 veces la velocidad del sonido, unos 18.375 kilómetros por hora, según Huelva Información.
De Europa a Australia en dos horas
El Jungfrau está alimentado por un motor de hidrógeno líquido, y la intención de Destinus es desarrollar un combustible sostenible. Este vehículo despegará de forma horizontal y, cuando llega a una determinada altitud, utiliza un motor de hidrógeno criogénico que, junto a una velocidad a Mach 15, le permite llegar a los 60 kilómetros de altura. Así, el Jungfrau podría viajar entre Europa y Australia en tan solo dos horas.
En principio, se espera que el vehículo solo se utilice para transportar mercancías. Pero Destinus ya ha explicado que tienen “los permisos para volar a velocidad subsónica (por debajo de la velocidad del sonido) y se ha comenzado a trabajar con los reguladores europeos y nacionales para preparar los nuevos requisitos de certificación y reglamentación para los sistemas autónomos (el prototipo no tiene piloto) e hipersónicos”.
Según el medio citado, no hay otro lugar en Europa donde se pueda probar este tipo de sistemas para certificarlos. Por eso el Jungfrau se probará en Moguer: “El centro de El Arenosillo en Huelva es sin duda nuestra primera opción. Centros como el del INTA tienen la infraestructura necesaria para que empresas como nosotros decidamos hacer vuelos allí”.