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CONFLICTO UCRANIA - RUSIA

Golpe de Rusia a Ucrania y los países aliados

Han destruido un gran lote de armamento y equipos militares del Ejército ucraniano que había sido suministrado por la Administración de Estados Unidos y varios países europeos.

Un soldado del ejército ucraniano apunta con un misil antiaéreo.
Diego HerreraEUROPA PRESS

Según el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, el Ejército ruso ha destruido misiles de largo alcance modelo Kalibr cerca de la estación de tren de la ciudad de Malin, en la región de Yimotir, en el noroeste de Ucrania.

Se trataría de un arsenal armamentístico donado por Estados Unidos y otros países europeos. Junto a este ataque selectivo a la defensa de Ucrania, se ha destruido también uno de los lugares donde se almacenada combustible para los carros de combate y otros vehículos blindados.

Este último ataque se habría producido en la región de Odesa, tal y como explica la agencia rusa de noticias TASS. Además, en la ofensiva de hoy sábado se habrían atacado tres puestos de mando en la zona.

La economía del mundo, en apuros

Pese a las sanciones que está recibiendo Rusia, el ministro de Desarrollo Económico de Rusia, Maxim Reshetnikov, ha asegurado que “todo esto tenía como objetivo socavar la economía rusa, pero, de hecho, desestabiliza toda la economía mundial”.

Y es que la gran mayoría de países está viendo como suben casi todos los productos en sus países, el combustible, la Bolsa, los fondos de inversión, y hasta el precio del pan. En el mundo empieza a preocupar qué pasará si ni Rusia ni Ucrania tienen cereal disponible para el resto del mundo, y qué pasará cuando llegue el invierno con los países que dependen del gas ruso.

Estados unidos es el país que más aporte económico y material está facilitando a Ucrania. Hace apenas dos meses, una inyección económica por importe de 13.600 millones, una cantidad que Joe Biden avanzó hace días que estaba casi agotada. Y ahora, recién aprobado en el Congreso, 33 mil millones de dólares.

Según varios portavoces de la Casa Blanca y el Pentágono, estos últimos 33.000 millones deberían dar un fuerte impulso a la contra ofensiva del ejército ucraniano y cubrir las necesidades, al menos, cinco meses.