Con la séptima ola en prácticamente todo el mundo a causa de la aparición de la variante Ómicron, y la creciente tendencia a reuniones de amigos y familiares que se vive cada año en cuanto llega el calor, los viajes... la demanda de los llamados test de antígenos o test rápidos ha crecido enormemente en favor de prevenir el contagio de la COVID-19, y han surgido numerosas dudas y bulos a partes iguales.

El correcto uso del test, así como asegurarse de que se encuentra en buen estado, y en una fecha óptima para su aplicación, son los factores más determinantes para que el porcentaje de error sea mínimo. Si estas condiciones no se dan podrían ocurrir casos de falsos positivos y negativos. Existen varias condiciones externas que pueden incidir en el funcionamiento de estas pruebas.

Lo primero a tener en cuenta al realizar una prueba de antígenos en el domicilio es seguir lo más estrictamente posible las instrucciones. Algunas de las claves para el correcto uso del test son: mantener una correcta higiene de las manos, poner el tubo en posición vertical y esperar el tiempo adecuado para comprobar el resultado.

¿El test de antígenos caduca?

Cualquier test de antígeno que se pueda adquirir en una farmacia caduca, y tiene registrada su fecha de vencimiento, que suele ser a los 4 o 6 meses de ser adquirido. Por lo tanto, si poseen un test adquirido hace ya tiempo, puede ser que no se encuentre en las condiciones mínimas para su uso por un problema de caducidad.

Problemas a la hora de tener un resultado fiable

Existen una serie de factores externos que reducen la efectividad, y es importante evitar que cualquiera de ellos ocurra en el desarrollo de la prueba, o de forma previa a esta:

-Someter al test a temperaturas extremas: La tira donde se muestra el resultado de la prueba contiene un líquido reactivo a un PH concreto, y que se puede ver alterado en condiciones donde la temperatura es desfavorable. "No utilices las pruebas rápidas cuando haga mucho frío, ya que eso puede disminuir sus beneficios o su eficacia", afirma Michael Mina, director científico del eMed. La mayoría de pruebas deben conservarse entre los 2 y los 30 grados centígrados.

-Comer, beber o usar enjuague bucal: todas estas acciones pueden inferir en el resultado de la prueba, por lo que se recomienda no realizar ninguno de estos actos durante los 30 minutos previos a realizar el test. Si se puede, también debe lavarse la boca con agua previamente, y saber que los enjuagues y los productos dentales pueden ser la causa de un falso positivo.