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CONFLICTO UCRANIA - RUSIA

Elvira Nabiullina: así es la gran banquera de Putin

Es la directora del Banco Central de Rusia desde el año 2013, y una de las asesoras del presidente. Fue la primera directora de un banco central del entonces G-8.

FILE PHOTO: Elvira Nabiullina, Governor of Russia's Central Bank, speaks during an interview in Moscow, Russia, June 27, 2019. REUTERS/Evgenia Novozhenina//File Photo
Evgenia NovozheninaREUTERS

Entre todo el equipo del presidente ruso, Vladimir Putin, emerge la figura de Elvira Nabiullina. Capaz de recitar poesía francesa de memoria, donde realmente radica su importancia para el Kremlin es por sus méritos laborales: es la primera mujer en dirigir el Banco Central de Rusia. Ya desde que Putin se hizo con la presidencia (año 2000) entró en su equipo, como ministra de Desarrollo Económico, pero al confirmarse su tercer mandato pasó a ser una más entre sus asesores.

Pero fue un año más tarde, en 2013, cuando entró en la historia al asumir la presidencia del Banco Central de Rusia, una de las grandes instituciones del país. Se convertía así en la primera mujer al frente de uno de los bancos centrales de los países del entonces G-8. Cargo para el que Putin, al poco de iniciarse la guerra, propuso para el que será su tercer mandado, hasta 2027.

Nabiullina pertenece a la etnia tártara, el grupo minoritario más grande del país, y es una mujer de pocas palabras y mucha influencia en los mercados. Alrededor de su figura, expertos y analistas han creado una especie de simbología sobre los broches que lleva consigo. "Puse algo en cada símbolo, pero no voy a explicarlo", llegó a decir a la televisión rusa.

Broches con mensaje

El día en que llevó un broche con la figura de un halcón, los analistas lo vieron como un mensaje por el posible aumento de la tasa de interés, mientras que en otra ocasión una nube cargada de lluvia podía significar una bajada en las expectativas de inflación. Y tras la invasión rusa, según explica la editora económica del Servicio Ruso de la BBC, "apareció en reuniones públicas vestida de negro, como si estuviera de luto".

Todos ellos forman parte de un complejo sistema de comunicación desde el Kremlin, que la banquera emplea para que los mercados puedan entender, sin palabras, "qué está pasando y qué esperar". En plena pandemia, con la caída de los mercados por los confinamientos, compareció con un broche en forma de vaso de juguete. "Se cae, pero siempre se levanta", indica la experta en economía rusa.

Pero también puede decir muchas cosas sin necesidad de broche. Así se presentó cuando el rublo no dejaba de caer por las sanciones de Occidente y, desde entonces, no ha vuelto a portar un broche con el que 'comunicarse'.

Reconocimiento internacional

En estos años al frente del Banco Central de Rusia, esta aficionada a la ópera nacida hace 58 años ha sabido ganarse el reconocimiento de los colegas a nivel mundial. Empresarios, inversores de Wall Street, banqueros e incluso el Fondo Monetario Internacional han reconocido su gran labor al frente de uno de los grandes bancos rusos. Entre 2013 y 2017 logró retirar más de 300 licencias bancarias a entidades que eran consideradas débiles.

Durante su mandato, gracias a su buen hacer en lo relativo a la inflación, la tasa de interés bajó hasta un mínimo histórico de casi el 2% en el año 2018. Y consiguió que el rublo se moviera de forma libre en 2014, en lugar de controlar la tasa de cambio. Ha sido también galardonada por las revistas Euromoney y The Banker como la mejor banquera central del mundo y la mejor banquera del año en Europa, respectivamente.

Momentos de tensión

Su mandato, a pesar de acumular la mayor reserva de moneda extranjera de la historia de Rusia, no ha sido fácil. Ha tenido que lidiar con momentos delicados para la economía, como es la actual invasión en Ucrania y como fue la anexión de Crimea en el año 2014. En ambas situaciones logró "evitar un colapso del rublo", que hubiera desembocado en un aumento de la inflación que habría afectado al poder adquisitivo de la población rusa.

Sergei Guriev, profesor de Economía en la Universidad Sciences Po de París que conoce a la perfección a Nabiullina, asegura que "tiene la confianza de Putin". No obstante, revela el otro lado de la moneda. Es el caso de algunas de las medidas aplicadas, como el cierre de instituciones bancarias de dudosa reputación. "Nabiullina cerró muchas organizaciones financieras criminales". La medida, sin embargo, se aplicó más en bancos pequeños que en los estatales, de los que "muchos corruptos no fueron limpiados".

Nabiullina fue, además, sancionada por el Gobierno de Canadá junto con otros 13 "colaboradores cercanos del régimen ruso" tras la invasión. Estados Unidos todavía no la ha incluido en su 'lista negra', pero sí a una de sus colaboradoras más cercanas, Ksenia Yudaeva.