Si hay algo que tienen en común Jeff Bezos (Amazon), Bill Gates (Microsoft) y Elon Musk (Testa, y ahora también Twitter) es que tienen dinero, mucho dinero. Además de estar conectados también por las tecnologías, ahora también mantienen un negocio común: el del cobalto. KoBold Metals, empresa de exploración de minerales que cuenta con la participación de todos ellos, ha comunicado que perforará en Groenlandia para buscar materiales que se usan en vehículos eléctricos, como el cobalto y el níquel.

Estos elementos, conocidos como los minerales del futuro, son el nuevo objeto de deseo. La compañía se basa en la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para dar con ellas. El año pasado, KoBold se hizo con el 51% de la participación en el proyecto Disko-Nuusuaq, en la cosa occidental de Groenlandia. Para ello, emplearán drones con el fin de realizar un estudio magnético de alta resolución de la zona.

El objetivo es perforar cerca de 3.000 metros este año, a unas profundidades entre los 150 y los 400 metros, en los que se encuentran estos metales. Concretamente, el cobalto se ha convertido en los últimos años en un componente vital para la transición hacia un mundo más verde y ecológico.

Un alto valor

Es por ello que, como consecuencia, su valor se ha disparado: de los 29.000 dólares por tonelada métrica en julio de 2020 a los 82.000 dólares en la actualidad. No en vano, está presente en muchos de los productos tecnológicos de la actualidad: desde gran parte de las baterías de iones de litio, hasta los iPhone o los Tesla. Y la previsión, a finales de esta década, es que el mercado de vehículos eléctricos y la electrónica de consumo se triplique.

El problema, ahora, reside en que no hay una disponibilidad infinita. Y es algo que entra en conflicto directo entre las grandes potencias, especialmente entre China y Estados Unidos por la economía. "El objetivo es buscar metales masivos del grupo del níquel, el cobre, el cobalto y el platino", explica a Reuters el director ejecutivo de Bluejay Mining (el operador del proyecto), Bo Steensgaard.

El níquel sube su precio por la guerra

Otro de los minerales buscados, el níquel, que se emplea en el acero inoxidable y las baterías de los coches eléctricos, ha elevado su precio. De hecho, se han duplicado tras el inicio de la guerra entre Ucrania y Rusia, país que suministra cerca del 10% de las necesidades de este material en el mundo. "Los recientes y desafortunados acontecimientos geopolíticos demuestran claramente que el mundo occidental necesita nuevos yacimientos de estos metales críticos", asegura Steensgaard.

Financiación millonaria

KoBold cuenta con un importante respaldo económico detrás, gracias a la aportación de Andreessen Horowitz, uno de los principales fondos de capital riesgo de Silicon Valley. Esto le permitió, en el año 2019, contar con fondos disponibles para cuatro años, en los que realizar exploraciones en diversos lugares, entre los que se encuentra Groenlandia.

Las previsiones sobre una mayor demanda podrían hacer crecer esta financiación, atrayendo a su vez nuevos proyectos. "Para lograr ese elevado objetivo debemos acelerar nuestros esfuerzos para encontrar los materiales clave para la revolución de los vehículos eléctricos", explica el director de la compañía.