El ciudadano alemán Christian Brueckner, principal sospechoso de la desaparición y secuestro en el año 2007 de la niña británica Madeleine McCann en el Algarve, ha sido imputado por las autoridades alemanas a petición de la Fiscalía portuguesa.

Según un comunicado de la Fiscalía de Faro (Portugal), “el demandado fue constituido por las autoridades alemanas en ejecución de una solicitud de cooperación judicial internacional emitida por el Ministerio Público de Portugal”.

El Departamento de Investigación y Acción Criminal de Faro (DIAP) y la Policía Judicial, en cooperación con las autoridades inglesas y alemanas, han llevado a cabo la investigación sobre las circunstancias que rodearon la desaparición de Madeleine McCann.

La niña británica de tan solo 3 años fue raptada en el apartamento del complejo turístico de Praia da Luz (en el Algarve portugués) en el que la pequeña se encontraba de vacaciones junto a sus padres y a sus hermanos en el mes de mayo de 2007.

Brueckner cuenta con múltiples antecedentes penales, algunos de ellos por abuso sexual de menores, según la Oficina Federal de la Policía Criminal (BKA) de Alemania. De hecho, en estos momentos se encuentra en una cárcel de Alemania cumpliendo condena por tráfico de drogas.

La acusación de un antiguo amigo de Brueckner

Hace unas semanas, Christian Post (un antiguo amigo de Brueckner) le acusó de haber perpetrado el secuestro. Post afirmó que “al principio creí que no podía estar detrás del secuestro de Madeleine y pensé que su criminalidad se limitaba a los robos”, sin embargo, su opinión cambió tras conocer los antecedentes de violaciones y abusos sexuales de Christian Brueckner.

Christian Post resaltó que Brueckner le decía que “entraba en las habitaciones y se llevaba lo que quería. En aquel momento supuse que se refería a dinero en efectivo, joyas, pasaportes... pero ahora ¿quién sabe?, sólo lo hacía de noche, era demasiado arriesgado ser visto a la luz del día”.

Esta persona, que conoció al sospechoso del secuestro de Madeleine en el Algarve en el año 2000, llegó a manifestar entonces (refiriéndose a la autoría del rapto) que estaba “100% seguro de que fue él”, unas palabras que ahora ganan aún más relevancia con la decisión que ha sido tomada por la Fiscalía de Faro.