Suleiman Kerimov es uno de esos oligarcas rusos que podrían estar eludiendo las sanciones impuestas por Occidente. En el caso de Kerimov, las motivaciones de estas sospechas son claras: sus antecedentes.

El empresario, que forma parte del círculo cercano del presidente ruso, Vladímir Putin, podría haber utilizado a un testaferro para ocultar transferencias por valor de 275 millones de euros, según unos documentos confidenciales a los ha tenido acceso BBC.

Esos escritos (que se encuentran entre los Papeles de Pandora obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación) además han señalado que, entre 2010 y 2015, las autoridades estadounidenses identificaron como sospechosas unas transferencias de 640 millones de euros ligadas a Kerimov y a sus socios, aunque finalmente no pudieron probar que estuvieran vinculadas al oligarca.

No ha concedido ni una sola entrevista

La riqueza de este oligarca ronda los 14.000 millones de dólares. Se trata de un hombre que, a diferencia de muchos otros multimillonarios rusos, es muy reservado. Buena prueba de ello es que a lo largo de sus 20 años como empresario, no ha concedido ni una sola entrevista.

Kerimov, que fue también diputado en la Duma desde 1999 a 2007, construyó su fortuna adquiriendo activos en el sector energético y acciones de bancos rusos tras la caída de la Unión Soviética.

En EEUU le conocen como el ‘Gatsby’ ruso debido a las grandes fiestas que organiza en sus propiedades en la Rivera francesa La presencia de estrellas internacionales como Beyoncé, Kylie Minogue o Pink es uno de los denominadores comunes de las celebraciones que el oligarca lleva a cabo.

En el año 2011, Suleiman Kerimov incluso llegó a hacerse con la propiedad del Anzhi ruso, en el que muchos aficionados al fútbol recordarán que fichó a Samuel Eto’o convirtiéndole en el jugador mejor pagado del mundo en ese momento. Otros jugadores que pasaron por el Anzhi durante su mandato (que concluyó en 2016) fueron Roberto Carlos o Lass Diarra.

Fiyi incauta uno de sus yates

Este mismo miércoles, la Policía de Fiyi ha apresado un yate propiedad de Suleiman Kerimov por una supuesta incursión ilegal en la zona económica exclusiva de este país del Pacífico.

Según FBCNews, la Policía ha incautado la embarcación de lujo y ha detenido a su tripulación cuando la nave estaba atracada en el puerto de Lautoka, la segunda ciudad más poblada de Fiyi.

La Policía se encuentra investigando de qué forma el yate ha logrado entrar de manera ilegal en aguas fiyianas sin haber obtenido ningún tipo de permiso por parte de las autoridades. El trabajo se está efectuando de forma coordinada con las autoridades estadounidenses para averiguar si la llegada del barco está ligada a operaciones de blanqueo de capitales.

No obstante, no se trata del único embargo de embarcaciones de lujo que se ha producido en la últimas horas. Alemania ha confiscado este jueves el yate más grande del mundo, propiedad del oligarca ruso Alisher Usmanov, en el marco de las sanciones contra Moscú por la guerra en Ucrania, según una fuente policial.

El yate ‘Dilbar’, de 156 metros de eslora y un valor estimado en unos 600 millones de dólares (según la revista Forbes) estaba siendo reparado en Hamburgo desde octubre de 2021.