La pandemia de la COVID-19 se ha estabilizado gracias al contagio masivo de la variante Ómicron y a la protección de las vacunas. La incidencia acumulada tocó techo en España el pasado 21 de enero con 3.418 casos positivos por cada 100.000 habitantes a 14 días. Este 1 de abril, ese mismo indicador se situaba en 459 casos, casi 3.000 menos.

Fruto de los buenos datos epidemiológicos, España ya comienza a hablar de la retirada del uso obligatorio de mascarillas en interiores. El Congreso aprobó el pasado jueves una moción acordada por Ciudadanos y PSOE para eliminar esta medida después de 187 votos a favor, 97 en contra y 63 en abstenciones.

Para el conocido virólogo alemán Christian Drosten, es normal que los países comiencen a relajar las medidas, pero los gobiernos no deben descuidarse ni dejar que la situación sanitaria siga cualquier curso. “Las condiciones básicas han cambiado y, por supuesto, también hay razones por las que ahora se están relajando las medidas", indica Drosten, que avisa: “El virus no se ha vuelto absolutamente inofensivo”. El virólogo llama a la cautela y señala a países como Reino Unido o Dinamarca que, al relajar las medidas, tuvieron un repunte en las hospitalizaciones. Según Drosten, si esto ocurre, “tenemos que hacer reajustes”. En especial, el virólogo pide prudencia para los grupos de riesgo: “Ahora estamos viendo que las personas mayores, los mayores de 65 o 70 años, se están infectando cada vez más. Y ahí es donde se esconden las hospitalizaciones de la población".

Las vacunas ya no nos protegerán en invierno

Drosten cree que en verano la pandemia se relajará, “pero no se detendrá por completo como el año pasado”, y señala que el uso de mascarilla en interiores “puede moderar” las infecciones para que no se salgan de control.

Más pesimista es el virólogo de cara al invierno, cuando habrá que tomar "medidas más duras”. Cree que el virus seguirá cambiando: "Por el momento no sabemos exactamente si será un sucesor de Ómicron o si será otro virus que proceda de una variante original más antigua. Ya no podemos esperar que la vacunación nos proteja contra la transmisión, y mucho menos el próximo invierno".

Así, a pesar de que la situación parece mucho mejor que en anteriores olas, el virólogo alemán recomienda que al menos durante el próximo invierno se endurezcan las medidas para prevenir la transmisión de la COVID-19, en especial el uso de mascarilla.