Uno de los principales problemas a la hora de intentar ahorrar es que los pagos a los que hay que hacer frente día a día siguen estando ahí. Ahorrar (y más en estos momentos de alta inflación) implica llevar a cabo un sobreesfuerzo económico: satisfacer todos los pagos que realizamos de forma cotidiana y, a su vez, guardar parte del dinero que nos puede sobrar.

Por ello, las cantidades que se pueden ahorrar día a día no son demasiado altas. Y en eso, precisamente es en lo que se basa el método de los 30 días, cuya característica no es el desembolso de grandes cantidades sino la constancia.

Esta forma de ahorro, además, es flexible, por lo que puede adaptarse a la situación económica de cada persona. Con este método de ahorro (y con cualquiera) es más importante marcarse un objetivo realista que ser demasiado ambiciosos y acabar abandonando el plan a los pocos días.

Ahorra un euro el primer día

El procedimiento es sencillo. Se debe ahorrar un euro el primer día, dos euros el segundo día, tres euros el tercero y así sucesivamente. Si este método se lleva a cabo durante 30 días, se lograría un ahorro total de 465 euros.

No obstante, como ya se ha mencionado, esta forma de ahorro es adaptable, por lo que si una persona no puede permitirse ir aumentando las cantidades de euro en euro, se podría iniciar el método, por ejemplo, con 50 céntimos, y de esta forma aportar 0,50 euros el primer día, un euro el segundo día, 1,50 euros el tercer día… si se mantiene este ritmo durante los 30 días, el ahorro final sería de 232,50 euros.

Por el contrario, al igual que reducir, las personas que puedan permitírselo también podrían aumentar la cantidad diaria del ahorro. Si el método se inicia reservando 1,50 euros el primer día, la suma alcanzaría los 697,50 euros.