Hace apenas tres semanas, cuando solo se llevaban varios días de guerra, Rusia atacaba varias ciudades ucranianas de importancia. Una de ellas era Irpin (unos 60.000 habitantes), a escasos 30 kilómetros de la capital (Kiev), otro de los puntos de mayor conflicto desde el inicio de las hostilidades. En el ataque, llevado a cabo por proyectiles de mortero, se destrozó un puente que conectaba la ciudad con Hóstomel.

La ciudad fue entonces tomada por el ejército ruso, y ahora, según ha anunciado el propio alcalde de la ciudad, Ucrania ha retomado su control tras expulsar a las tropas enemigas. Oleksansder Markishin, a través de un mensaje difundido en Telegram, ha sido el encargado de comunicar la noticia. "¡Nuestra Irpin ha sido liberada del mal de Moscú! ¡Gloria a Ucrania, gloria a sus defensores, memoria eterna a los héroes caídos!".

Irpin, considerada como la puerta hacia Kiev, fue escenario a principios del mes de marzo de combates entre las tropas rusas, en su intento de alcanzar la capital, y el ejército de Ucrania. Durante la semana pasada el avance del ejército ruso se estancó, según diversos informes internacionales de inteligencia. Putin, a su vez, informó de que la primera fase había finalizado y que se centrarían en la "liberación del Donbás".

Situación complicada

No obstante, el regidor de la ciudad ucraniana alerta de que los ciudadanos no deben volver porque la ciudad sigue siendo "peligrosa", motivo por el cual las autoridades han reforzado las fronteras ante un posible nuevo ataque del ejército ruso.

"Estamos reforzando nuestras nuevas fronteras, y continuaremos avanzando y liberando a Bucha, Gostomel y Vorzel. Entenremos que nuestra ciudad será atacada y la defenderamos con valentía. Irpin es Ucrania", ha finalizado Markishin.