El encuentro entre el propietario del Manchester City y miembro de la familia gobernante de Abu Dabi, Mansour bin Zayed Al Nahyan, y el Presidente de Siria, Bashar al-Assad, ha levantado polémica en el Reino Unido y en Estados Unidos.

Una reunión mantenida en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, donde se trataron temas como la seguridad en la región y las relaciones bilaterales entre ambos países en la que era la primera visita oficial del presidente sirio al país desde 2011, con el objetivo de ratificar el apoyo de EAU a Siria sobre la unidad y la estabilidad en el país sirio. Además, los dos mandatarios hicieron hincapié en el papel que juegan mutuamente en la defensa de sus intereses.

Sin embargo, el encuentro no ha sido bien visto ni por Londres ni por Washington, según informó 'The Telegraph', precisamente por el máximo mandatario sirio, cuyo régimen inició en el año 2011 una guerra civil a gran escala después de que estallaran las protestas civiles hace nueve años contra el Ejecutivo sirio. Desde entonces, Siria está envuelta en una grave crisis económica por un conflicto que lleva más de 380.000 muertos, ha arrasado ciudades e involucrado a otros países.

Desde el Departamento de Estado de Estados Unidos su portavoz, Ned Price, expresó su preocupación por la visita del líder sirio a la capital emiratí. "Estamos profundamente decepcionados y preocupados por este aparente intento de legitimar a Bashar al-Assad. No apoyamos los esfuerzos para rehabilitar a Al Assad, y tampoco que otros normalicen sus relaciones", expresó.

En términos similares se pronunció la oposición siria, que también condenó el encuentro bilateral. "Es una desviación de las decisiones de la Liga Árabe, violación de las sanciones internacionales y recompensa por sus crímenes, además de ser desprecio por la sangre de un millón de mártires sirios", argumentó el principal partido de la oposición sirio.

Además de la situación interna en Siria, otro de los motivos por los que se condena este encuentro es la posición de Siria con respecto a la ofensiva de Rusia en Ucrania. Siria fue uno de los países que, junto con la propia Rusia, Eritrea, Corea del Norte y Belarús, votaron en contra de la resolución de la ONU que condenaba la invasión rusa en territorio ucraniano, por lo que Bashar al-Assad es uno de los pocos aliados de Vladimir Putin a nivel internacional.

Piden las mismas sanciones que las impuestas a Abramovich

En el Reino Unido el revuelo fue en aumento, hasta el punto de que el parlamentario británico Chris Bryant, del Partido Laborista, llegó a cuestionar si Sheikh Mansour era una persona adecuada para ser dueño de un club de fútbol.

Por otra parte, el citado medio recoge también la versión ofrecida por el activista de derechos humanos Nicholas McGeehan, que pide para el propietario del conjunto mancuniano unas sanciones similares a las impuestas por el Reino Unido al magnate ruso y propietario del Chelsea, Roman Abramovich, cuyos activos financieros han sido congelados por el Reino Unido y la UE, debido a sus presuntos vínculos con el Kremlin.