Reino Unido ha informado este jueves que ha congelado los activos de siete empresarios rusos, entre ellos Roman Abramovich, propietario del Chelsea FC, que hace tan solo unos días puso en venta. "No puede haber refugios seguros para aquellos que han apoyado el vil asalto de Putin a Ucrania", ha sentenciado el primer ministro británico, Boris Johnson.

Además de a Abramovich, Reino Unido ha sancionado a otros seis empresarios rusos: Igor Sechin, Oleg Deripaska, Andrey Kostin, Alexei Miller, Nikolai Tokarev y Dmitri Lebedev. Ninguno de estos siete oligarcas podrá realizar movimiento financiero alguno. Estas son las ocupaciones de los oligarcas sancionados:

"Estas sanciones son el paso más reciente en la respuesta del Reino Unido a la invasión ilegal y no provocada de Putin, diseñadas para garantizar que fracase en Ucrania al paralizar la economía de Rusia que respalda su maquinaria de guerra", indica el comunicado del Gobierno británico. "Seremos despiadados al perseguir a quienes permiten la matanza de civiles, la destrucción de hospitales y la ocupación ilegal de aliados soberanos", ha señalado Johnson.

El yate de Abramovich abandona Barcelona

El pasado martes el superyate de Abramovich dejó el puerto de Barcelona, donde estaba siendo sometido a labores de reparación, según Reuters. El yate del oligarca, de 140 metros de eslora, abandonó la ciudad condal el martes sobre las 17:00 horas. El Solaris es tan solo uno de los varios yates que posee el ruso y se encontraba en el astillero de Barcelona desde finales de 2021, según recoge La Vanguardia.

Según recoge el medio citado, hay otros tres yates supuestamente vinculados a oligarcas rusos en el astillero de Barcelona, uno de ellos vinculado con Serguéi Chemezov, el jefe del conglomerado aeroespacial y de defensa estatal ruso Rostec al que Estados Unidos sancionó hace unos días.

La decisión tiene "impacto directo" en el Chelsea

La secretaria de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte, Nadine Dorries, ha explicado en Twitter que la prioridad es “pedir cuentas a quienes han permitido que el régimen de Putin rinda cuentas”. Sobre la situación del Chelsea FC, Dorries ha explicado que las sanciones “tienen un impacto directo en Chelsea y sus fanáticos”, por lo que el Gobierno ha trabajado “arduamente” para garantizar que ni el club ni el fútbol nacional se vean “perjudicados innecesariamente”.

“Para garantizar que el club pueda continuar compitiendo y operando, estamos emitiendo una licencia especial que permitirá que se cumplan los partidos, se pague al personal y a los poseedores de entradas existentes para que asistan a los partidos mientras, lo que es más importante, privará a Abramovich de beneficiarse de su propiedad del club”, ha señalado Dorries.

“Sé que esto genera cierta incertidumbre, pero el gobierno trabajará con la liga y los clubes para mantener el fútbol y garantizar que las sanciones lleguen a los previstos. Los clubes de fútbol son activos culturales y la base de nuestras comunidades. Estamos comprometidos a protegerlos”, ha asegurado la secretaria