¿Qué pasaría si Rusia cortase el suministro de gas y petróleo a Europa y cómo afectaría a España?
Los disparatados precios de la energía se podrían incrementar todavía más. Italia y Alemania serían los miembros de la Unión Europea que más sufrirían la subida del gas.
Europa está en guerra económica, de momento, con Rusia. Pero Europa depende del Kremlin en términos de energía: casi un tercio del petróleo importado por la UE (26,9%), el 46,7% del carbón y el 45,3% del gas proceden de Rusia, según Eurostat y la Comisión Europea. La UE quiere dejar de depender de la energía rusa, pues entiende que consumirla significa financiar a Moscú.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, pidió este miércoles a la ciudadanía europea que "corten" o "bajen la calefacción en sus casas", porque hay que "pagar un precio" por "cortar el cordón umbilical" con la economía rusa por la guerra en Ucrania. ¿Qué pasaría si Rusia cerrase el grifo?
¿Subirían los precios en España?
Según señala la BBC, el precio del gas y del petróleo aumentaría todavía más en Europa si Rusia decide cortar el suministro energético. Lo mismo ocurriría con el coste de la calefacción, y Alemania e Italia serían los países que más sufrirían: el 42,6% del gas que importa Berlín y el 29,2% del que compra Roma proceden de Rusia, según datos de Bloomberg de 2020. "Si prohibimos la importación de petróleo y gas ruso, en unos días se para el país", señaló la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock. La dependencia de España es menor, pues en noviembre de 2021 solo el 9,8% de las importaciones de gas natural a España procedieron de Rusia.
Pero no hay que entrar demasiado en comparaciones. Si Rusia decidiera cerrar el grifo, los precios también incrementarían en España. Según recoge eldiario.es, varias compañías energéticas españolas están expuestas al petróleo y gas ruso. Por ejemplo, la empresa Naturgy tiene un contrato para el suministro desde rusia de gas del 10%.
¿Y en Europa?
Los datos señalados anteriormente representan un verdadero yugo para Europa. Para evitar la dependencia, Bruselas ha planteado cuatro objetivos principales: reducir dos tercios las importaciones de gas ruso en 2022, aumentar las reservas de Europa al 90%, agilizar los acuerdos con otras potencias y poner en la mesa el gran debate: limitar o no los precios de la energía.
Tras Rusia, los principales exportadores de gas natural de la UE son Noruega (23,6% del total), Argelia (12,6%), EEUU (6,6%) y Catar (4,9%). "Debemos independizarnos del petróleo, el carbón y el gas rusos. No podemos confiar en un proveedor que nos amenaza explícitamente. Tenemos que actuar ahora para mitigar el impacto del aumento de los precios de la energía, diversificar nuestro suministro de gas para el próximo invierno y acelerar la transición a la energía limpia", señaló la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Estados Unidos se acerca a Venezuela
Tanto Europa como Estados Unidos comienzan a buscar nuevas alianzas energéticas. De hecho, Washington y Venezuela han realizado un inesperado acercamiento acompañado de la liberación de dos estadounidenses presos en el país caribeño y el anuncio del presidente Nicolás Maduro de una reactivación del diálogo con la oposición.
El Gobierno venezolano, que había manifestado abiertamente su respaldo a Vladímir Putin en la operación militar iniciada el pasado 24 de febrero, dio un giro a los hechos al admitir el lunes que sostuvo una reunión el pasado fin de semana con una delegación estadounidense de alto nivel, a la que transmitió su voluntad de "avanzar en una agenda que permita el bienestar y la paz".