El presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, ha explicado en una entrevista para la Agencia EFE que ve “prematuro” eliminar el uso obligatorio de mascarillas en interiores, ya que, recuerda, con la COVID-19 “no nos podemos confiar”. La entrevista se ha publicado este miércoles, antes de la reunión entre el Ministerio y las comunidades autónomas en la que se decidirá o no el fin de las mascarillas.

En la reunión que se celebrará este jueves en Zaragoza también se planteará la supresión de las cuarentenas para los asintomáticos, decisión que López Hoyos no ve mal, siempre y cuando lleven mascarillas FPP2 en interiores y exteriores para “proteger al resto de la población”. Porque, según el experto, “posiblemente” habrá que aprender de los asiáticos que la mascarilla es útil en ciertas situaciones y que no hay que descartar su uso.

La posible "gripalización" de la COVID-19

Ante la posibilidad de tratar al coronavirus como la gripe común, López Hoyos cree que es “muy probable” que para el verano "se pueda decir gripalizar", aunque afirma que "en la práctica, en la vida real, esto se va gripalizando". Este asunto también será tratado en la reunión de este miércoles 10 de marzo.

"La COVID-19 se está gripalizando porque ahora la información epidemiológica no se da todos los días, y porque se controlan en centros de salud y centros centinelas los posibles focos de la infección para adelantarse en caso de que haya problemas", explica, pero pide recordar las "sorpresas" que ha dado la COVID-19.

Tres futuros escenarios para la pandemia

En la entrevista, López Hoyos indicó tres posibles escenarios en los que se puede evolucionar la pandemia de la COVID-19. El primero de ellos, el más grave, ocurriría tras una mutación del coronavirus “muy agresiva”. La segunda de ellas se daría gracias a otra mutación de la COVID-19, pero esta vez en una zona infraprotegica, como ocurrió con Ómicron. La última, la más favorable: la COVID-19 se convierte en endémica con posibles picos estacionales.

El experto aseguró que este último escenario es el que "todos esperamos" y el que "parece más lógico", pero insiste en que hay que estar "atentos" y cumplir los criterios que fijen las autoridades sanitarias y de vigilancia epidemiológica.

Estudio de los efectos de la COVID-19 a largo plazo

López Hoyos detalló que se han generado en diversos países, también en España, grupos de trabajo del "Long COVID", es decir de estudio de esta enfermedad a largo plazo, para analizar lo que se denominan "secuelas" y que están asociadas, sobre todo, a problemas neuromusculares.

Esos problemas secundarios a la COVID y ver las secuelas están dejando dos años de pandemia son las tareas en las que se debe centrar ahora la actividad hospitalaria, según considera López Hoyos, porque asegura que la presión hospitalaria se está "suavizando" y toca "pensar mucho más, de una vez por todas, en todo aquello que no es COVID-19 y que también acarrea problemas".