CONFLICTO UCRANIA - RUSIA

Qué es la Bomba del Zar, el arma de destrucción masiva rusa más potente jamás lanzada

Si una bomba nuclear cayera en el centro de Madrid, habría más de 3 millones de muertes, cuyo efecto llegaría a Toledo, Segovia, Guadalajara y Ávila.

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Qué es la Bomba del Zar, el arma de destrucción masiva rusa más potente jamás lanzada
Nuclear Secrecy

La conocida como Bomba del Zar, bomba Emperador, El Emperador de las bombas, RDS-220 o RDS-202 es una bomba de fusión de hidrógeno que se probó el 30 de octubre de 1961, en pleno apogeo de la Guerra Fría.

El efecto de esta bomba se pudo sentir a más de 1.000 kilómetros de distancia desde el epicentro de la explosión, que alcanzó los 64 kilómetros de altura y 100 kilómetros de diámetro de extremo a extremo.

La Bomba del Zar, o Tsar Bomba, es el dispositivo energético más potente jamás usado. En las bombas de hidrógeno comunes la energía se libera por fisión, y también por fisión secundaria, lo que hace mucho más poderosa la explosión.

La bomba más grande jamás detonada por Rusia es esta bomba, una bomba de fusión o bomba H que hizo explosión el 30 de octubre de 1961, con una potencia de 50 megatones, 8 metros de largo y 27 toneladas de peso. Ahora, Rusia experimenta con una nueva Bomba del Zar de 100 megatones, de mayor poder destructivo.

Así sería una explosión

Si una bomba nuclear de 100 megatones (como tiene la bomba del Zar, que serían 100.000 kilotones) cayera en el centro de Madrid, según Nuclear Secrecy, habría 3.933.310 muertes estimadas, y de lesiones, cerca de 1.188.170 personas afectadas. En cualquier período de 24 horas, habría un promedio de 6.392.408 personas en el rango de explosión leve de la detonación simulada.

La explosión llegaría a Toledo, Guadalajara, Segovia, se quedaría a las puertas de Ávila. Pero el efecto de los gases y la radiación, pasarían por Andorra, Francia y llegarían hasta Alemania en una posible simulación.

En el punto de caída, la zona cero, el cien por cien de las personas mueren por el fuego y la explosión al instante. Es el área de máximo daño y todo queda reducido a cenizas. Sería el punto de la bola de fuego. Otra zona sería el área de explosión, donde el 70% de la población muere también al instante, afectaría a un radio de más de 30 km.

El efecto de una bomba nuclear en Madrid llegaría a Alemania.

Hasta casi 75 km desde el punto de caída habría alta radiación térmica. Las personas sufrirían quemaduras de tercer grado en la piel si sobrevivieran, daños en el sistema nervioso. La ola de calor hace que todo se incendie, la madera, la ropa, el papel, los plásticos. El calor sería tan intenso como para causar quemaduras de primer y segundo grado.

En un radio de hasta 100 km desde el punto de la explosión, con la bola de fuego expandiéndose, ésta hace retroceder el aire circundante, creando una onda de choque. En esa zona, la estructura de los edificios permanecerá intacta, pero las ventanas se romperán por la presión.

¿Qué pasa después? Entre el 50% y el 90% de quienes sobrevivan al calor y al impacto, sufrirían en unas horas o semanas una muerte dolorosa por envenenamiento por radiación: náuseas y fatiga, el pelo se cae y los glóbulos blancos morirían, aumentando el riesgo de cualquier infección.

La lluvia radiactiva puede permanecer en el medio ambiente durante décadas. Los cultivos absorberían la radiación y la transmitirían a los animales, incluido el ganado. Los niños y los bebés podrían desarrollar hipotiroidismo y cáncer de manera habitual.