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¿Por qué unos países usan un voltaje de 110V y otros de 220V y cuál es la diferencia?

Thomas Alba Edison y Nikolai Tesla protagonizaron la 'guerra de las corrientes' a finales del siglo XIX. El segundo demostró que su apuesta (220V) no era peligrosa.

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¿Por qué unos países usan un voltaje de 110V y otros de 220V y cuál es la diferencia?
Pixabay

El hecho de emplear uno u otro voltaje (entre las opciones de 110V o 220V) es una decisión que viene de atrás. Al igual que sucede con la implantación del volante en el lado izquierdo o derecho del vehículo, en este aspecto tiene que ver con la decisión de la personas que había detrás de la implementación de la electricidad.

Que haya países con un voltaje u otro depende, así, de la decisión que se tomara en dicho momento, en el siglo XIX, que aboraremos más adelante. En mayor medida, el mundo se puede dividir en dos mitades: parte del continente americano, con excepciones, emplea una potencia que va de los 110V a los 120V, mientras que gran parte de Europa, Asia y África se decantan por los 220V a 240V.

Antes de nada, conviene entender que en el flujo de electricidad de un circuito intervienen dos agentes: el voltaje y la corriente. "El voltaje se mide en voltios y la corriente en amperios. Los dos son muy diferentes", explica Morris Lockwood, gerente técnico de Edif, a BBC. Para ejemplificarlo, representa el voltaje como presión con la que el agua fluye por una tubería, mientras que asigna a la corriente la "tasa de flujo de agua (la cantidad que circula por la tubería). Se necesita de ambos para transmitir energía".

Los voltios (presión), multiplicados por los amperios (flujo) dan como resultado la potencia (vatios). En otras palabras, con un voltaje más alto (220V) se necesitaría una mangeura más delgada, al no hacer falta tanta corriente. De esta forma, los cables serían más delgados, manejables y baratos. De otra forma, con los de 110V se necesitaría más corriente (cables más gruesos y caros).

Ventajas de uno u otro

Para llevar a la práctica este ejemplo, toma como referencia los números que podemos encontrar en las bombillas, que indican la energía que consumen. Una bombilla de 60 vatios requerirá, en un país con un voltaje de 110V, unos 0,54 amperios de corriente. Sin embargo, en aquellos países con una corriente de 220V será de la mitad (0,27 amperios).

Una diferencia en la corriente que, no obstante, no tiene nada que ver con el consumo final de electricidad: lo que hace variar esto, en dicho caso, es la bombilla elegida. "La principal ventaja de utilizar un voltaje 220 es que el cableado es más sencillo, más maniobrable, de un material más barato", explica el ingeniero eléctrico Miguel Lara a BBC. Sin embargo, la gran desventaja de los 220V precisamente su potencia. "Hay tensiones muy peligrosas. La de 240 ya es bastante peligrosa. No te recomiendo un corrientazo de esos".

'Guerra de las corrientes'

El origen de toda esta historia está en la conocida como 'guerra de las corrientes' entre Thomas Alba Edison y Nikolai Tesla. La introducción de los primeros sistemas de transmisión de energía, a finales del siglo XIX, les llevó a 'enfrentarse' por sus diferentes formas de pensar. El primero abogaba por la corriente directa (DC, por sus siglas en inglés), con una potencia de 100V y con dificultad para convertirse a otros voltajes.

El segundo defendía el uso de la corriente alterna (AC): se podía modificar con facilidad, lo que además permitiría reducir costes y trasportlarla a grandes distancias. El mayor problema, según su rival Edison, era su peligrosidad. Con el fin de rebatirlo, Tesla hizo circular corriente alterna de millones de voltios en la Exposición Universal de Chigago de 1893.

De esta forma demostró que no era peligrosa, aunque según BBC podría haber ayudado que llevaba puestos unos zapatos de goma. Sea como fuere, Westinghouse Corporation, empresa la que trabajaba Tesla, se hizo con la adopción de este sistema al mundo entero. ¿Pero por qué hay países que no la tienen? Para dicho momento ya se habían vendido millones de bombillas que funcionaban a los 100V (luego 110V) de Edison, por lo que no se cambiaron, aunque sí se adaptaron a la corriente alterna.