Freddie Beckitt es británico, tiene 31 años, trabaja de camarero y su sueño es ser escritor. Mientras lo consigue, complementa su sueldo realizando un trabajo extra, de pocas horas, y sencillo: hace cola para gente que no puede acudir a determinados horarios a por entradas. O que no quiere. El precio, 24.5 euros la hora.

Según ha contado a The Sun, sus clientes varían desde familias jóvenes ocupadas hasta pensionistas mayores y, a veces, ha estado esperando en la calle en pleno invierno, pero el verano es su período más ocupado cuando hay grandes eventos y exposiciones.

Qué hace un profesional de las colas

Llega, compra entradas, y se las da a sus dueños. Salvo cuando le pidieron entradas para la exposición de Dior en el Victoria & Albert Museum, "la cola real fue de solo tres horas, pero me pidieron que recogiera sus boletos también y esperara a que llegaran, así que tuve horas examinando el museo, ¡fue genial!"

"También hago colas de compras navideñas y de temporada, pero los grandes eventos que la gente conoce de antemano, es normalmente cuando la gente piensa en reservarme para ahorrarles tiempo", dice, feliz con un trabajo sencillo que no lleva muchas horas y que le permite ganar un dinero extra.

Además de hacer cola en la calle, también espera a diferentes operarios en viviendas. Un señor le contrató para recogiera sus laves y esperara al profesional que le iba a llevar unas alfombras. “todo salió muy bien. También fue súper flexible cuando tuvimos un cambio de hora de última hora. ¡Recomiendo encarecidamente a Freddie”, afirma en la aplicación TaskRabbit donde ofrece sus servicios.