¿Qué son las tierras raras, dónde se encuentran y cuáles hay en España?
La crisis de desabastecimiento ha alcanzado a estos elementos junto a las materias primas críticas, indispensables para fabricar componentes tecnológicos.
Subida de carburantes, de los costes del transporte mercantil, retrasos en entregas de mercancías... Todo esto ha provocado la crisis mundial de desabastecimiento que se ha ido agravando desde hace meses. A esto se le ha añadido otra pieza clave: las tierras raras y materias primas críticas, fundamentales para fabricar motores eléctricos y microchips.
Tierras raras como el neodimio, lantano, escandio o praseodimio se han vuelto imprescindibles con la llegada de las nuevas tecnologías junto a materias primas críticas como el tungsteno, magnesio, litio o cobalto. Si históricamente han sido elementos de escasa disponibilidad, con la crisis de abastecimiento actual conseguirlas se ha vuelto todo un reto. De hecho, a pesar de que muchos de ellos están presentes en Europa, los países europeos tienen que importar un 90% de los que disponen.
El neodimio, indispensable
Santiago Cuesta López, director general del clúster nacional para minería sostenible en España, es el representante español en el comité de expertos de la Comisión Europea encargado de buscar una solución a esta crisis. En una entrevista con 20minutos, ha declarado que es necesario explotar "de manera sostenible" las tierras raras y materias críticas que existen en Europa para evitar depender de otros continentes.
"Las tierras raras son unos elementos que precisamente se bautizaron así porque son poco abundantes en la corteza terrestres", detalla el experto, que señala su peculiaridad al tener "propiedades muy especiales a distintos tipos de materiales". Y pone el ejemplo del neodimio, sin el cual "no podríamos fabricar imanes permanentes, de alta potencia", y sin ellos no podrían generarse "altos campos magnéticos" como los presentes en resonancias magnéticas nucleares. "Tampoco podríamos tener los motores de los molinos de viento para generar energías renovables, o los motores para patinetes eléctricos", concluye.
Móviles, placas fotovoltaicas, industria aeroespacial... Todos ellos utilizan el neodimio, del cual China es uno de los grandes exportadores. Litio y grafito para baterías, antimonio para semiconductores y componentes electrónicos, tungsteno y magnesio para aleaciones... Todos ellos son fundamentales y parte del problema del desabastecimiento.
España y sus grandes reservas
"Son materias primas estratégicas y críticas porque solo las tienen unos pocos, controlan la producción y Europa depende de ellos para importarla", explica Cuesta López. Además, señala que estos países "pueden decidir que no exportan y hacen política de almacenamiento; guardarlas y soltarlas cuando los precios suben".
Otro de los grandes problemas ha sido el considerable aumento de los precios del petróleo, que ha provocado el aumento del precio del transporte de mercancía, que a su vez ha causado que haya una gran diferencia entre la alta demanda y los escasos transportes. "Hay un problema en los containers porque la gente está haciendo almacenamiento, no solo de materias primas, sino de todos los productos no perecederos", asegura el experto.
El problema, en su opinión, es que los países europeos no aprovechan las materias primas y tierras raras que poseen en sus territorios. Sin ir más lejos, España tiene bajo tierra el 10% de las reservas mundiales de tungsteno en Salamanca y Castilla, y el mismo porcentaje de las de wolframio, que "se exporta a otros países para que nos lo devuelvan transformado más tarde". "Hace falta una visión de las materias primas totalmente nueva, que incluya la minería, pero siempre sostenible, con nuevas tecnologías y circularidad", finaliza.