El hombre que se ha pasado todo 2021 en la UCI por la COVID
Sergio Casinelli ingresó antes de Nochevieja de 2020 y hace apenas unos días consiguió abandonar los cuidados intensivos, donde ha pasado casi todo el año.
Sergio Casinelli es una de las personas que espera la entrada de 2022 con más ganas. El próximo 11 de enero cumplirá 75 años y lo hará, por fin, fuera de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde ha pasado 328 de los últimos 365 días; es decir, el 90% del año. Sergio lleva desde las navidades de 2020 sin salir del hospital por un virus que ha puesto en peligro su vida en varias ocasiones.
Sin embargo, a día de hoy ya no necesita esos cuidados intensivos, y afronta el 2022 con la esperanza de abandonar pronto el hospital. A pesar de que en un principio pensó que era un dolor estomacal sin mayores consecuencias, pronto el COVID invadió todo su cuerpo y le obligó a ingresar en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda antes de Nochevieja.
Pero Sergio apenas tiene recuerdos de su estancia en el hospital, solo recuerda que estuvo algunas semanas en planta "con una sensación de muchísimo cansancio" hasta que ingresó en la UCI. De los 328 días que ha pasado ahí no recuerda nada, solo conoce lo que le ha contado su familia. Para él, ese tiempo está borrado de su mente, 2021 ha sido un año prácticamente 'en blanco', un paréntesis en su vida.
Su mujer, inseparable
La encargada de relatarle su estancia allí es su mujer, Ana María Gabriele, que no se ha separado de su lado en este largo tiempo que ha pasado ingresado. En el hospital su familia y ella han pasado momentos de todo tipo, desde la llamada que recibieron para despedirse de él "porque estaba muy mal", como cuenta en declaraciones a El Mundo, hasta el anuncio hace unos días de que su marido abandonaba, por fin, la UCI.
"Siempre ha sido un hombre con mucha fortaleza. Ha peleado mucho para poder salir y ha logrado superar muchos baches", afirma Ana María. La familia, que llegó hace tres años desde Venezuela para reunirse con sus tres hijos, que ya estaban aquí, vive en el municipio madrileño de Villanueva de la Cañada. "Teníamos restaurantes (en Venezuela), nos iba bien, pero con la situación del país tuvimos que salir y malvender la casa", explica.
A pesar de que ha mejorado mucho su situación con respecto a hace unos meses, a Sergio aún le quedan otros tantos de mucho trabajo de recuperación. Sus problemas respiratorios continúan, tienen que hacerle diálisis por problemas renales y ha perdido la mano izquierda por alteraciones de la coagulación. A pesar de todo ello, está deseoso de que todo pase y poder regresar a su casa. "Me dicen que poco a poco", relata resignado.
Un trabajo en equipo
La recuperación de Sergio ha sido un trabajo en equipo de muchos especialistas, como cuenta Sara Alcántara, una de las doctoras que le ha atendido durante este tiempo. "Ha sido un esfuerzo multidisciplinar, en el que han trabajado intensivistas, anestesistas, neumólogos, fisioterapeutas, enfermeras... Sin ese trabajo en equipo, no habría sido posible que consiguiera salir de la UCI", señala.
Gracias a su trabajo, Sergio sigue vivo, pero las secuelas de la enfermedad le perseguirán durante mucho tiempo. A pesar de ello, tanto él como su mujer celebran la mejoría. "Es una alegría poder tenerlo cerca más tiempo", asegura Ana María. Aunque aún tardará en poder regresar a casa, la familia espera con ilusión el 2022, que seguro que será "mucho más feliz".