Con la generalización de la tercera dosis de la vacuna entre la población española mayor de 40 años, entre los que se encuentran grupos de edad que ya la han recibidio y grupos que la recibirán en las próximas semanas, surge la duda de qué ocurre si esta dosis es de una marca distinta a la de las dos primeras dosis.

Esta duda ya la tuvieron los científicos y, por ello, realizaron el primer gran ensayo clínico sobre este asunto. Los resultados de dicho trabajo son tranquilizadores, ya que concluyen que el cambio de vacuna en la tercera dosis no reduce la producción de anticuerpos ni aumenta los efectos secundarios con respecto a las dos primeras.

Este estudio, llevado a cabo en Reino Unido y publicado en la revista The Lancet, inoculó una tercera dosis a 2.282 voluntarios que se habían vacunado con una inyección de ARN mensajero (Pfizer-BioNTech) o de adenovirus (AstraZeneca). Para la tercera dosis, compararon la eficacia de las siete vacunas que se habían aprobado en ese momento o que estaban en desarrollo avanzado: tres de ARN mensajero (Pfizer-BioNTech, Moderna y CureVac), dos de adenovirus (AstraZeneca y Janssen), una de proteínas (Novavax) y una de virus inactivado (Valneva).

Buena respuesta de casi todas las combinaciones

Si bien hubo diferencias entre todas las combinaciones, 13 de las 14 proporcionaron una buena producción de anticuerpos contra la proteína S del COVID. Es decir, todas salvo la combinción de dos dosis de Pfizer-BioNTech y una tercera de Valvena (que aún no ha sido aprobada en ningún país), donde la producción de dichos anticuerpos fue muy baja en comparación.

De hecho, en las personas cuyas dos primeras dosis habían sido de AstraZeneca, la producción de anticuerpos aumentó al cambiar de vacuna, salvo si la tercera dosis era de Valvena, donde la producción era inferior a la de la tercera inyección de AstraZeneca. Por otro lado, para los que recibieron las dos primeras de Pfizer-BioNtech, el rendimiento fue mejor al administrar una tercera de ARN mensajero.

La doble dosis de AstraZeneca seguida de una tercera de Moderna o Pfizer-BioNTech fue la combinación ganadora, la que más anticuerpos produjo. Además, una tercera parte de los voluntarios informaron de efectos secundarios tras recibir la dosis de refuerzo, siendo similares para las siete vacunas. Los más comunes fueron cansancio, dolor de cabeza y dolor en el lugar de la inyección.

Optimismo gracias a los resultados

Este estudio se llevó a cabo con tan solo un periodo de dos o tres meses entre la pauta inicial de vacunación y la tercera dosis. Se ha demostrado que un mayor tiempo entre dosis mejora la respuesta inmunitaria en la mayoría de casos, por lo que los resultados de la investigación serían probablemente mejores en condiciones reales de vacunación, con el plazo entre dosis que se está respetando en la actualidad.

Otro de los resultados que arroja el estudio está relacionado con la cantidad de dosis que recibían los pacientes. De aquellos que recibieron Pfizer-BioNTech como tercera inyección, a 191 se les administró la dosis entera y a 199 solo media dosis. No obstante, ambos mostraron una fuerte respuesta inmunitaria, lo que podría "sugerir que las vacunas de ARNm aprobadas actualmente están formuladas a dosis superiores a las necesarias para una tercera dosis", según los autores del estudio. "Esto podría incrementar significativamente el número de dosis disponibles a escala global", concluyen.