La vuelta de la mascarilla obligatoria al aire libre ha sido la principal medida anunciada por Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, tras la Conferencia de Presidentes celebrada este pasado miércoles. Seis meses después de su eliminación, regresa de nuevo con el fin de controlar una sexta ola con datos de contagios récord en toda España, producidos con la expansión de la variante Ómicron, más contagiosa.

Esta medida, sin embargo, no cuenta con el beneplácito de todo el mundo. Jesús Molina Cabrillana, secretario de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, y Manuel Franco, de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), analizan en El Mundo esta decisión. "Va en contra de lo que sabemos, el riesgo es 20 veces mayor en interiores que exteriores. No hay evidencia científica de que los eventos al aire libre sean macrocontagiosos, al contrario, sí que se ha visto en lugares de trabajo, ocio, hoteles... Es inútil y perjudicial, nos vamos de foco", expone Franco.

Para Molina Cabrillana, es importante tener en cuenta "lo aprendido en olas anteriores", como recuerda: limitar las interacciones sociales y evitar las grandes concentraciones de gente, sobre todo en espacios interiores. Los expertos, además, recuerda que ya en el Real Decreto-Ley, de 24 de junio, se contemplaba la necesidad de usar la mascarilla cuando hay menos de metro y medio de distancia con otras personas. Igualmente, en el texto se citaban las excepciones de la práctica de deporte y el hecho de estar solo al aire libre. "Superamos la quinta ola sin ampliar su uso, volver a ella en exteriores es contraproducente".

Crítica de Àngels Barceló

La periodista, en su editorial de la mañana en Cadena SER, Hoy por Hoy, ha entrado a valorar los acuerdos alcanzados en la Conferencia de Presidentes, en la que, indica "no pasó nada que no imagináramos. Bueno, solo una cosa, que el presidente del Gobierno se apuntara a la tesis de la mascarilla en exteriores que defendían algunos presidentes autonómicos y que los científicos consideran un sinsentido. Mascarilla al aire libre que nos quitamos en cuanto entramos en un recinto cerrado para tomar algo o comer y que es donde hay más posibilidad de contagio", empieza su crítica.

En su lugar, echó en falta otras medidas más concretas "en en las otras olas se han demostrado efectivas y que, por ejemplo, Cataluña quiere implementar". A su vez, hizo referencia al debate político surgido por el uso de la mascarilla, "encabezado por el sector más irresponsable en la gestión de la pandemia. La ultraderecha e Isabel Díaz Ayuso, que se convierte, de nuevo, en la defensora del 'hagan ustedes lo que quieran' y del concepto autocuidado, como si los ciudadanos no llevaran casi dos años autocuidándose ante su irresponsable gestión".

¿Es un paso atrás?

Los expertos consultados por El Mundo, además, consideran la vuelta de esta medida como un paso atrás. "Si se usa más tiempo en el exterior se pierde eficacia y hay que renovarla más veces al día, y sabemos que esto no se cumple", lamenta Molina Cabrillana. Por su parte, Franco asegura que el conjunto de la población "sabe dónde está el problema, desanima a la ciudadanía porque nos trata de forma paternalista. Es una medida gratuita que va a salir cara".

Desde Sespas, en lugar de la mascarilla en exteriores, apuestan por medidas que vayan relacionadas con la reducción de aforos y la disminución de participantes en eventos sociales. Todas ellas, no obstante, se deberían realizar en base a los indicadores de riesgo aprobados por la ponencia de alertas, cuando se superen los niveles más altos. "El problema lo vamos a tener cuando en interiores se junten las generaciones de niños y abuelos, que sin medidas de protección pueden observarse contagios leves de unos a otros", advierte Molina Cabrillana.