Desde que Madrid instalara su primer puesto telefónico a pie de calle en 1928, un amplio abanico de cabinas de uso telefónico han sido historia en cualquier punto de la capital española. Sin embargo, la llegada de los teléfonos móviles de última generación y las aplicaciones de mensajería instantánea ha provocado que las cabinas telefónicas queden relegadas en un segundo plano debido al poco uso y utilidad que tienen para muchos de nosotros en nuestro día a día.

Además, no se registra ninguna llamada diaria en los 1.800 puestos telefónicos que rondan por la ciudad madrileña, cuyo coste de mantenimiento supera el millón de euros anuales. Al igual, de las casi 15.000 cabinas que se encuentran repartidas por toda España, se notificaron una media de 0,17 llamadas diarias, lo que supone un servicio cada siete días.

En 2018, podrían haber llegado a su fin, pero un real decreto brindó más años de vida a las cabinas telefónicas. Por el momento, siguen resistiendo a los golpes del vandalismo, pero con poca fuerza para seguir, ya que es historia del mobiliario urbano de muchas calles.

¿Por qué Madrid se despide de las cabinas telefónicas?

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia abogó la posibilidad de eliminar las cabinas telefónicas en el año 2019 debido a la disminución en el número del tráfico cursado entre usuarios y los ingresos unitarios por cabina a nivel nacional. Además, no tiene una garantía firme en el libre mercado, ya que si la cobertura de este servicio fuese elevada no habría una prestación generalizada en todo el territorio nacional.

Telefónica, empresa encargada del mantenimiento de estos teléfonos, consiguió el aval jurídico por parte del Tribunal Supremo para una pequeña prórroga. En cambio, este año el Gobierno español dio luz verde al proyecto de la nueva Ley General de Telecomunicaciones, que incluye la eliminación masiva de elementos obsoletos y con poco uso, como son las guías de contactos y los teléfonos de uso público a lo largo del año 2022.

El municipio madrileño de San Sebastián de los Reyes ha reconvertido las cabinas telefónicas en servicios con utilidades diferentes, desde pequeñas bibliotecas hasta puntos de conexión Wifi gratuito para sus ciudadanos.