El Partido Popular ha decidido abrir un expediente con el objetivo de sancionar a Cayetana Álvarez de Toledo, ex portavoz de la formación azul, por no haberse posicionado a favor de la elección de los candidatos que su grupo parlamentario pactó con PSOE y Unidas Podemos para renovar el Tribunal Constitucional. Consideran que, con ello, se ha alejado de las directrices del partido y le han comunicado esta decisión mediante una carta.

Álvarez de Toledo tendrá ahora diez días para presentar las alegaciones que considere pertinentes. Una vez pasado este periodo, el encargado de la instrucción decidirá si se impone una sanción económica a la diputada o no hay multa, que estaría entre los 500 y 700 euros. La propia política madrileña, a través de sus redes sociales, confirmaba que plantará cara a su propio partido.

Esta situación deriva de la decisión de la política de votar en blanco en la elección de los candidatos pactados por el PP y el Gobierno de coalición. "Uno no puede exigir que haya una despolitización del Consejo General del Poder Judicial y luego participar de una impúdica, activa y pública politización del Tribunal Constitucional", declaraba ella misma en una entrevista para El Mundo. De esta forma, la ex portavoz del Partido Popular justificaba desmarcarse de las directrices del partido y su rechazo a apoyar la entrada de los candidatos de su formación, entre ellos Enrique Arnaldo y Concepción Espejel, al Alto Tribunal.

Gamarra pide "coherencia" a su antecesora

Este martes, en rueda de prensa, esta situación ha vuelto a ser un tema candente. Preguntada por el hecho de que Álvarez de Toledo ahora no lo apoye pero no el pasado no tuviera problema en hacerlo con candidatos también vinculados a los partidos proponentes, la actual portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha expresado que "quien votó algo de una manera determinada y bajo las mismas reglas del juego que en la actualidad debería haber mantenido la misma posición por coherencia".

Por otra parte, Gamarra no ha querido calificar el papel de su antecesora en el cargo dentro del Partido Popular. "Tengo una máxima: por respeto a todos y cada uno de los miembros del grupo no valoro la actividad de ninguno de manera pública", ha asegurado, aunque señalando que si ha de decirle algo será "de forma privada".