José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, aseguró esta semana que quiere cumplir con el destope de la base máxima de cotización comprometida con Bruselas y "mantener estrictamente" la contributividad respecto a la pensión máxima, de tal manera que si se incrementa la base máxima lo hará también la pensión máxima.

A día de hoy, todos los trabajadores están obligados a cotizar a la Seguridad Social. Las cuotas a pagar se calculan aplicando el porcentaje correspondiente a cada contingencia a su base de cotización. Estas aportaciones determinan todas las prestaciones públicas, entre ellas la pensión de jubilación. Estas cuotas dependerán de la remuneración mensual bruta de cada uno, por lo que no todos pagan lo mismo.

Lo que existe es un límite máximo y un límite mínimo. El primero está fijado en 4.070,10 euros mensuales y el segundo difiere entre asalariados y trabajadores por cuenta propia (1.108 euros los primeros y 944,4 euros los segundos, que pueden elegir su base de cotización). Aunque se sobrepase el límite máximo, las aportaciones a la Seguridad Social serán las mismas.

Sin embargo, el destope de las pensiones cambiará esta situación. Con esta medida, las rentas más elevadas serán las más afectadas, ya que cuanto más se cobre, mayores serán las aportaciones. Por tanto, este destope elimina el límite máximo. Tanto estos trabajadores como las empresas se verán muy afectados por la nueva iniciativa del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Las empresas son las encargadas de abonar el 23,6% de la base, la relativa a contingencias comunes, de los trabajadores por cuenta ajena, mientras que estos abonan un 4,7% por lo mismo. En total, se termina pagando un 28,3%. Los autónomos, por otro lado, asumen sus propios pagos de cotizaciones. Si han elegido la base máxima de cotización y sus ingresos son superiores, se verían más afectados.

El objetivo principal de la medida es obtener los mayores ingresos posibles y destinarlos al gasto social. Sin embargo, esta subida se obtendría a partir de un mayor coste salarial, que repercute especialmente sobre los empresarios. Por ello, las organizaciones empresariales han mostrado su desacuerdo con la medida.

"Es un elemento que tenemos que tener"

Escrivá señaló durante una rueda de prensa que el destope de las cotizaciones es "un elemento que tenemos que tener el año que viene en la Ley General de la Seguridad Social y con ello nos armonizamos con las prácticas habituales de nuestro entorno". Además, ha asegurado que, teniendo en cuenta las rentabilidades medias históricas, el Fondo de Reserva de las pensiones debería tener más de 40.000 millones de euros a principios de la próxima década.

Por último, el ministro reiteró que es "razonable" creer que la paga a los pensionistas estará por debajo de los 2.000 millones de euros por la desviación de precios respecto a la subida de sus pensiones de este año. El coste total de la compensación a los pensionistas no llegará a los 4.000 millones de euros, ya que se duplica para consolidar la desviación de los precios en nómina.