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La droga que convierte en 'zombie'

Denominada 'Bombé', esta sustancia se obtiene pulverizando catalizadores de coche y sume a sus consumidores en un profundo estado de letargo.

La droga que convierte en 'zombie'
GETTY IMAGES

La proliferación de potente droga, denominada ‘Bombé’, ha hecho saltar todas las alarmas entre las autoridades de la República Democrática del Congo, ya que provoca efectos muy graves en sus consumidores. De hecho, el diario Der Spiegel ha bautizado a sus víctimas como “zombis de Kinshasa”, ya que la sustancia les sumerge en un estado de letargo, haciendo que se queden “completamente inmóviles” o que caminen muy lentamente y sin apenas emoción en su rostro.

Además de estos problemas, Bombé también “causa problemas cardíacos y pulmonares y, a largo plazo, cáncer”, según explica al medio alemán Patrice Kapia, líder del programa de adicción congoleño, quien advierte de que “esta droga es muy peligrosa” y sus consecuencias son irreversibles. También se han reportado varias muertes después de su consumo.

¿De dónde sale esta droga?

Concretamente, Kapia destaca que los ingredientes de los convertidores catalíticos podrían ser especialmente venenosos. Y es que, para obtener esta droga, los traficantes desenroscan el catalizador de los coches aparcados y retiran su contenido, que incluye compuestos químicos como tramadol, nitrilo, dolareno y ampicilina. A continuación, lo sustituyen por hilos metálicos. Un mecánico congoleño asegura que “varios clientes le han entregado su coche en ese estado”.

Propagación en los barrios más pobres

Un investigador oficial señala que esta nueva droga se ha convertido en una epidemia que ha llegado a ojos del Gobierno. El presidente, Felix Thisekedi, ha llevado a cabo un gabinete para discutir su uso y conseguir regularla. Actualmente, ya ha arrasado varios territorios de la República Democrática del Congo, principalmente Kinshasha, considerada como una de las ciudades menos habitables del planeta, con lo que sus ciudadanos se refugian en la droga para sentirse mejor.

La droga tiene la apariencia de un cristal con polvo marrón, con lo que se puede esnifar o incluirla dentro de un cigarro y fumarla. Junto a ese polvo se desmenuzan pastillas blancas y se juntan. Al combinarlas, los consumidores confiesan que consiguen tener apetito: “Si no las incluyéramos, no comeríamos nada durante dos días”. De eta forma, se ha implantado con especial fuerza en los barrios más pobres, ya que es una forma eficaz y barata de evadirse. Los jóvenes detallan solo cuesta un euro, por lo que es asequible para ellos, y “hace la vida más fácil”.

Los Kulumas, una banda de jóvenes pandilleros que cometen delitos de robo y otros crímenes, son algunos de los que más consumen esa droga porque les sume en un “absoluto estado de felicidad”. A diferencia de otros estupefacientes, Bombé no produce alucinaciones ni estados de embriaguez. Simplemente sume a los consumidores en un vacío, lo que resulta suficiente para ellos.