VOLCÁN EN LA PALMA

Un tsunami lávico en La Palma: se abre una nueva boca

Los expertos alertan de un empeoramiento de la calidad del aire. Lo peor, advierten, llegará el fin de semana: se pueden disparar los niveles.

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El volcán de La Palma ha expulsado sedimentos oceánicos previos a la construcción de la isla de La Palma, según ha explicado el vulcanólogo Vicente Soler, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Estas partículas por tanto datan de hace más de dos millones de años, antes de la formación de la isla.

En declaraciones recogidas por la Agencia Efe, Soler indica que en casi todas las erupciones en las islas Canarias se produce este fenómeno. El experto recuerda que estos sedimentos no suponen una "novedad", aunque sí lo fue hace diez años durante la erupción del volcán submarino Tagoro.

En un vídeo en las redes sociales, el CSIC enseña una muestra tomada en una zona próxima a la erupción. Ya está siendo analizada en laboratorio, aunque se inclina a pensar que es un sedimento oceánico preisla.

La Palma afronta sus peores horas: "Lo peor, el fin de semana"

El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha informado esta tarde que se ha abierto un nuevo foco en la zona sureste del cono principal, y que ha acabado con la expulsión de cenizas y piroclastos. Se trata de una boca que está paralela a los tres focos de emisión del volcán.

Una información del Involcan que llega después de que La Palma se encuentra inmersa en un tsunami lávico por la cantidad de lava que está expulsando el volcán desde ayer por la tarde. Paralelamente a controlar el volcán se sigue monitorizando la calidad del aire. María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias, comunicó en el día de ayer que en los próximos días se produciría una disminución en la calidad del aire de la isla de La Palma. Esta reducción se debe principalmente a la intrusión de una masa que proviene del Sahara, cuya concentración de partículas contaminantes se producirá este domingo.

“La acumulación de partículas tóxicas pasa este viernes de 25 a 41. La cosa empeorará el fin de semana. Las concentraciones de dióxido de nitrógeno y azufre pueden dispararse. Esto es un semáforo rojo para los más sensibles”, ha asegurado Rosalía Fernández, meteoróloga en Mediaset.

Por ello, el Pevolca ya está monitorizando esa zona para conocer y vigilar el alcance de las partículas contaminantes, para proceder a un confinamiento domiciliario en el caso de que fuese necesario. Además, Morcuende, director del Pevolca, recomienda “que las personas usen la mascarilla cuando salgan a la calle. En el caso de tener problemas respiratorios, que sea una FFP2 o mejor aún, si es posible, que se mantengan dentro de las viviendas".

¿Cuándo se 'apagará' el volcán?

La expulsión de los sedimentos oceánicos y el empeoramiento de la calidad del aire se produce cuando la erupción del volcán en Cumbre Vieja (La Palma) va camino de cumplir un mes y continúa sin signos evidentes de cesar en las próximas fechas. Los expertos, consultados casi a diario, insisten en que no hay posibilidades de un final a corto o medio plazo. Lejos de esto, parece ganar intensidad con el paso de los días: recientemente una de las coladas desbordó en el cono principal.

Pero, ¿cómo saben los científicos el tiempo de erupción que le puede quedar a los volcanes? La directora del Observatorio Geofísico del Instituto Geográfico Nacional (IGN), explica a Espejo Público los tres indicadores que se deben tener en cuenta para determinar si la erupción está llegando a su fin.

Tremor, sismicidad y gases

Son los tres factores que dirán, en un momento todavía desconocido, que el volcán que aún no tiene nombre está llegado a su fin. Respecto al primero de ellos, explica la experta, "la señal de vibración que se mide en las estaciones sísmicas (el tremor) debería disminuir, dado que todavía es muy intenso". En la web del IGN se puede comprobar la evolución desde el inicio de la serie sísmica. Tras un fuerte bajón entre los días 27 y 28 de septiembre, volvió a recuperar niveles medios.

El segundo de los indicadores es de la sismicidad, que en las últimas fechas tampoco registra niveles bajos. Durante la última madrugada ha habido más de 50 sismos en la isla, algunos de ellos sentidos por la población. La explicación es que se está produciendo un reajuste en la parte más profunda del volcán. Para apuntar a un posible fin "tiene que disminuir en frecuencia y en magnitud". Los de mayor magnitud hasta ahora se han registrado a profundidades por encima de los 30 kilómetros.

Y por último, la emisión de los gases que expulsa el volcán: el dióxido de azufre. En los últimos días se han registrado emisiones de más de 17.000 toneladas diarias, que deberían bajar hasta las 100. "Están en niveles muy elevados todavía. Cuando estos parámetros disminuyan, podremos tener indicios de que el fin de la erupción está más cerca", finaliza.