El cártel de la droga de los Balcanes que pagaba fichajes de fútbol
Fuentes policiales explican a 'El Mundo' que este deporte "es un negocio que mueve tanto dinero que es sumamente difícil seguirle el rastro".
La mayor red de distribución de cocaína de Europa ha sido desarticulada tras el duro golpe asestado por la Policía Nacional y los cuerpos policiales de Alemania, Colombia, Croacia, Serbia y Eslovenia al cártel de los Balcanes, integrado fundamentalmente por narcotraficantes de Serbia, Croacia y Montenegro, algunos de ellos paramilitares muy violentos.
Gracias al desarrollo de la Operación Musala, que comenzó hace tres años, las autoridades han detenido a 61 personas, incautado cuatro toneladas de cocaína e intervenido 600.000 euros, según explicó el comisario Antonio Martínez Duarte, jefe de la Brigada Central de Estupefacientes de la Unidad de lucha contra las Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) junto con responsables policiales de los países mencionados.
La operación se llevó a cabo cuando “se producía la entrega y recepción de los 1.250 kilogramos de cocaína en las afueras de Tarragona, practicándose sucesivamente varios registros domiciliarios en Tarragona, Barcelona, Girona y Valencia”, explica en un comunicado la Policía Nacional. Asimismo, “se desarticuló el sistema de financiación de la organización, que era el cultivo y distribución internacional de marihuana y la compraventa de vehículos de alta gama”.
“La principal característica del grupo investigado era su importante músculo económico y su falta de arraigo, que permitía a todos sus integrantes asentarse en distintos países del mundo, realizar viajes para mantener reuniones y encuentros y disfrutar de un nivel de vida al alcance de pocas personas”, desarrolla el cuerpo policial.
Usaban el fútbol para blanquear el dinero
Para Duarte, la operación ha supuesto un ataque “frontal” a un cartel muy complejo y con mucha capacidad económica para traficar con cocaína y blanquear el dinero en la compraventa de inmuebles y en jugadores de fútbol desde Colombia o Dubái. “Una de las formas de blanquearlo después es el fútbol, un negocio que mueve tanto dinero que es sumamente difícil seguirle el rastro. Aunque no imposible”, explica a El Mundo un alto funcionario de la UDYCO
“Tenemos constancia, gracias a la colaboración policial con Colombia, de que parte de los beneficios obtenidos mediante el tráfico de cocaína entre aquel país y el cartel de los Balcanes, el más importante de Europa, se han dedicado al pago de comisiones en traspasos de futbolistas”, asegura la fuente. “Se trata, por un lado, de comisiones pagadas en origen a representantes y, por otro, a intermediarios en los países de llegada. A países de Europa del Este han llegado futbolistas sudamericanos cuyos fichajes están manchados por dinero obtenido trayendo cocaína en veleros o en embarcaciones similares que pasan por España. No son jugadores de primerísimo nivel, pero sí promesas en algunos casos”, añade.
No ha podido dar más detalles o nombres por miedo a obstaculizar las investigaciones que continúan abiertas, pero el medio revela que uno de los arrestados es, precisamente, Roberto José C. G., un exfutbolista que llegó a jugar en Segunda División B, a quien los agentes confiscaron un kilo de cocaína en su casa de la Pobla de Farnals (Valencia).
También encontraron una veintena móviles encriptados y “hasta 15 billetes de cinco euros (también había bolívares venezolanos) con anotaciones de fechas asociadas a unas cantidades de dinero. Su función era acreditar que su poseedor había entregado o recibido la cantidad fijada”. Así, se conoce que el antiguo portero “era el suministrador de teléfonos encriptados para mantener conversaciones seguras” y uno de los contables de la banda
Instalados en España
El Juzgado Central número 6 de la Audiencia Nacional levantó hace poco el secreto de sumario en la investigación, que ha permitido comprobar que muchos traficantes se han instalado en España para facilitar sus negocios. “Tratan de saltarse los tradicionales intermediarios españoles en el negocio de la coca. Es una forma de ahorrarse costes. Si los vemos como una empresa, que en apariencia a veces lo asemejan, evitan pagos a terceros. Sólo acuden a los españoles cuando les es completamente necesario, como a la hora de disponer de personal de logística en determinados puertos o de guarderías para esconder la mercancía. El resto prefieren hacerlo ellos. Les interesa ganar plata, y, cuanta más, mejor”, apunta la fuente.
De hecho, 13 de los 61 arrestos se practicaron en España, entre ellos el de Nebojsa P., un montenegrino nacido en 1973, a quien definen como “un tipo bastante coherente”. “No se sorprendió cuando entramos en su casa. ‘Lo siento, jefe. Ya sabes cómo va esto’, nos dijo”, precisa el agente. Nebo, como le llamaban los suyos, ocupaba el liderazgo de la logística de la entrada de droga desde Sudamérica a España para posteriormente distribuirla en Europa.
Antes de ser detenido, logró destruir varias pruebas: “Es un tipo listo. Nos la intentó jugar. Y de alguna manera lo hizo”. En primer lugar, sus hombres cambiaron el número de la puerta para ganar varios minutos en los que Nebo pudo romper los dos terminales móviles que usaba y lanzarlos por la ventana: “Los partió por la mitad. Los inutilizó completamente. Nunca pudimos recuperarlos”.
‘Wall Street’, el velero clave en la investigación
El velero ‘Wall Street’, de bandera holandesa y 20 metros de eslora, ha sido clave en la investigación. Dos croatas y un americano viajaron en él desde Cataluña. Cuando llegaron al puerto de Mohammedia, una ciudad costera marroquí situada entre Rabat y Casablanca les cargaron una gran cantidad de hachís. Desde allí, continuaron a Gran Canaria para realizar un intercambio de droga. Dejaron el hachís y cargaron con 1.400 kilos de cocaína, que se introdujeron en dobles fondos de la embarcación.
Sin embargo, el 25 de junio de 2018, agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional accedieron al velero en alta mar y detuvieron a la tripulación, con lo que el barco ya no movería más droga. Esta operación provocó que se intensificara la investigación sobre los traficantes balcánicos. “Nos dimos cuenta de que el Cártel de los Balcanes estaba detrás de esa organización. Pensamos que los dos croatas trabajaban para ella, pero no lo pudimos sustentar. Sin embargo, la información obtenida nos sirvió para centrar muchos de nuestros esfuerzos en conocer la implantación y los planes del Balcan Cartel en España”, señalan los agentes.