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La gestión que tienen que hacer los clientes de Bankia este mes para la migración a Caixabank

Los clientes de la entidad ya absorbida tienen de plazo hasta el fin de semana del 12 de noviembre para realizar la fusión tecnológica con el banco catalán.

Archivo - Sede de CaixaBank
CAIXABANK - ArchivoEuropa Press

La fusión de Caixabank con Bankia está produciendo una serie de cambios que afectará al desarrollo de los clientes de la antigua entidad bancaria. Unas transformaciones que fueron anunciadas el pasado mes de agosto por el banco catalán, y que tendrán efecto el fin de semana del 12 de noviembre. Entre ellas, la fusión tecnológica de ambas entidades financieras, lo que conlleva una migración de todos los clientes de Bankia a la base de datos de Caixabank.

Por ello, todos los clientes de la antigua Caja Madrid deben registrar y confirmar sus datos personales en los canales digitales y oficinas para seguir teniendo acceso a la banca electrónica a través de la propia página web o la app. No solo se producirá una migración de datos esa fecha, también los clientes de Bankia recibirán un nuevo número de cuenta o IBAN.

Lo último que queda en el recuerdo de Bankia, son sus tarjetas. Así mismo, los clientes de la antigua banca podrán mantener sus tarjetas de débito totalmente gratuitas hasta junio de 2022, en el caso de que tengan una relación contractual. Por el contrario, los que no tengan esa vinculación tendrán que abonar 36 euros el 1 de enero de 2022.

¿Qué pasa si no confirmo mis datos para la migración?

Una vez pasado el 12 de noviembre, la banca digital de Bankia desaparecerá por completo para dar entrada a CaixaBankNow. En el caso de que los datos no estén registrados por parte del cliente, el mismo no podrá acceder a la nueva aplicación de su nuevo banco, aunque se espera que la entidad catalana sea algo flexible y se puedan adoptar algunas excepciones con ciertas personas en función de los casos.

Nuevas condiciones para los clientes de Bankia

Bankia permite unicamente cuatro retiradas de efectivo en cajeros de entidades ajenas, algo que Caixabank no contempla en su política. Aunque tras la fusión de ambos bancos se ha configurado una red de unos 13.000 cajeros por toda la geografía española para evitar problemas en los clientes que han sido absorbidos.

Además, Bankia no cobraba un cargo por realizar operaciones financieras en las ventillas de las oficinas de la entidad. A diferencia de la política de Caixabank, que por cada operación realizada de manera presencial en la caja de ahorros cobra una comisión de dos euros con el objetivo de dar un mayor uso a las aplicaciones que configuran la banca electrónica, y así evitar aglomeraciones en sucursales.