A veces, a la hora de cobrar la pensión por jubilación, el trabajador no cumple todos los requisitos necesarios para recibir la cuantía completa debido a determinadas circunstancias (como haber pasado mucho tiempo en paro o no haber cotizado los suficientes años), por lo que se termina recibiendo un importe algo más reducido, de acuerdo con El Economista.

Los años obligatorios cotizados para tener derecho a una pensión contributiva son 15. Si no se cumplen, todavía existe otra alternativa: la pensión no contributiva de jubilación, una pensión disponible para todos los trabajadores mayores de 65 años que no puedan acceder a la contributiva.

"La pensión asegura a todos los ciudadanos mayores de 65 años y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, aunque no se haya cotizado o se haya hecho de forma insuficiente", señala el Imserso.

Requisitos para la pensión no contributiva

Pero el trabajador deberá cumplir una serie de requisitos, como tener 65 años, vivir en España y haberlo hecho al menos 10 años después de los 16. Dos de ellos tiene que haberlos vivido en España justo antes de solicitar la pensión. Por otro lado, el trabajador no puede recibir otros ingresos, dependiendo de los miembros de su unidad familiar:

Cuantías de la pensión

En todo caso, la revalorización de las pensiones incrementó las pensiones no contributivas un 1,8%, que ahora tienen 12 mensualidades y dos pagas extra. Así, la cuantía completa de esta pensión es de 5.639,20 euros anuales, y alcanzará los 8.458,80 euros anuales si se le aplica el 50% de incremento por discapacidad.

Además, la Seguridad Social regula estas cantidades si en la unidad familiar hay más de una persona que recibe la pensión no contributiva. Esta será de 4.793,32 euros al año en el caso de dos personas y para cada una. Si tres o más personas la reciben, esta será de 4.511,36 euros anuales para cada una.