En la madrugada del miércoles al jueves se declaró un incendio forestal en Sierra Bermeja de Jubrique. Ante el avance del fuego, más de 900 personas fueron desalojadas como medida preventiva y se movilizaron efectivos de otras provincias de la comunidad, como Cádiz, Córdoba, Granada, Almería, Jaén y Sevilla. El fuego ha calcinado ya más de 5.000 hectáreas y de momento se desconoce cuando podrá quedar extinguido.

Y ahora, el director operativo del Plan de Emergencias por el incendio ha ordenado el confinamiento de la población en los municipios malagueños de Genalguacil y Jubrique. Tal y como ha informado el sistema Emergencias 112 Andalucía, el motivo se debe a la existencia de un denominado pirocúmulo horizontal, lo que favorece que puedan caer cenizas y material vegetal acumulado de las columnas de humo.

Así, ante el temor de que pueda descargar en algunos municipios, se ha decidido recomendar a los vecinos que se queden en sus casas para evitar que puedan poner en peligro su integridad física. Por este mismo motivo se han retirado 250 de los 350 efectivos de tierra que trabajan en la zona.

Tragedia

La virulencia de este incendio provocó que en la tarde del pasado jueves un bombero forestal de 44 años muriera mientras participaba en las labores de extinción. El agente pertenecía a uno de los retenes procedente de la provincia de Almería que se había desplazado hasta Málaga para apagar el fuego.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, se mostró este viernes consternado por la tragedia y lanzó una advertencia a los supuestos responsables: "Pondremos todos los medios a nuestro alcance para dar caza a esos asesinos. Si los informes definitivamente confirman que es intencionado, vamos a poner todos los recursos para dar caza a esos señores cabrones, porque no tienen otro nombre, que han hecho la pérdida de una vida y la pérdida de algo que no vamos a recuperar en muchas décadas".