Ayse Karatay es una mujer turca de 116 años que ha superado el coronavirus, según ha contado su hijo Ibrahim a la agencia turca de noticias DHA. El mes pasado, comenzó a sentirse enferma y fue ingresada en el Hospital Estatal Emirdag. Una vez allí, se sometió a una PCR y dio positivo en COVID-19.

Su estado de salud empeoró, con lo que fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos del Hospital Municipal de Eskisehir. La situación era preocupante, pues las enfermedades crónicas que padecía y su edad eran factores de mucho riesgo. Sin embargo, ha conseguido superar la COVID-19 y ya ha sido reubicada en una planta convencional de este centro. “Mi madre enfermó cuando tenía 116 años y estuvo tres semanas en cuidados intensivos [...]. Su salud es muy buena ya y está cada vez mejor”, ha precisado su hijo.

Solo había recibido una dosis de la vacuna

Ibarhim ha revelado también que la mujer solo había recibido una dosis de la vacuna desarrollada por Sinovac y que probablemente algún miembro de su familia la contagió. “A mi madre le dieron una sola vacuna, no vimos la necesidad de una segunda. Quizás si hubiera recibido la segunda dosis de la vacuna, se habría recuperado más fácilmente”, ha lamentado.

En este sentido, ha asegurado que, de los pacientes que tenían el virus en Emirdag, los no vacunados acabaron en la UCI, mientras que “los vacunados se recuperan sin ser hospitalizados”. Por ello, anima a todo el mundo a vacunarse con el objetivo de evitar una situación como la de su madre: “Los invito a todos a vacunarse”. De hecho, afirma que él mismo está pensando en recibir la tercera dosis.

Segunda persona más longeva en superar el virus

Ayse, natural del oeste de Turquía, nació durante el Imperio Otomano, cuando las fechas exactas de nacimiento no se registraban con precisión. De ese modo, podría ser la segunda persona más longeva en superar el coronavirus de acuerdo con los casos reportados por la prensa internacional. El primer lugar lo ocupa la hermana André, una monja francesa, quien contrajo la enfermedad con 117 años y “no se dio cuenta”. Su caso fue registrado en febrero del 2021.